Nicolás Ferraro y Carlos Bardem ganan ‘ex aequo’ el Premio Dashiell Hammett 2022 de la Semana Negra de Gijón

Sorpresa en la Semana Negra de Gijón. El jurado del Premio Dashiell Hammett de novela negra en español ha decidido dar el premio de 2022 ex aequo a Nicolás Ferraro por Ámbar (Revolver) y a Carlos Bardem por El asesino inconformista (Plaza y Janés) “como apuesta por los valores emergentes en la novela negra en lengua española”. El jurado ha querido destacar “la alta calidad de las novelas finalistas y dedicar una mención especial a Sergio Ramírez”. Las otras finalistas, además del premio Cervantes 2018, eran Rosa Ribas y Esther García Llovet. Los miembros del jurado supieron durante las deliberaciones que el novelista nicaragüense renunciaba a ser ganador, según confirmaron a EL PAÍS fuentes del festival.

Bardem, que ya obtuvo el premio Espartaco a la mejor novela histórica en este mismo festival en 2020 con Mongo Blanco, ha elogiado a Ramírez por su capacidad para “convertir en alta literatura la trágica deriva de un país hermano”. “Es un honor estar de finalista, en especial con Sergio Ramírez, un maestro en la vida y en todo”, ha añadido el autor y actor madrileño, de 59 años. Bardem ha explicado además que prefiere los géneros híbridos y que en esta novela “que habla de nuestra sociedad” hay “humor y realidad”.

El asesino inconformista está protagonizado por Fortunato, un sicario que recibe el encargo de matar a una política corrupta. “Elijo a quién matar. A quién asesinar. Soy un inconformista. Es mi luciferino non serviam. Asesino. A eso me dedico, por eso estoy esperando a que una borracha, una corrupta que asusta a otros como ella, se duerma”, confiesa el asesino.

Nicolás Ferraro (Buenos Aires, 1986) trabaja en la Biblioteca Nacional y es un asiduo del género, con obras notables como Cruz (Revólver) con la que ya fue finalista del Dashiell Hammett en 2018. En el momento del fallo, el autor se encontraba en su ciudad natal. Ambar cuenta la historia de una adolescente que quiere ser “normal”, pero que se ve arrastrada por un padre que busca venganza y tiene los ingredientes clásicos de la obra del autor, fan de George V. Higgins o Edward Bunker: violencia, ritmo y mucha acción.

“Cuando descubrí la literatura negra y criminal, descubrí una pasión, y también una forma de estar y mirar el mundo”, reconoce a EL PAÍS por correo electrónico, tras recibir en la distancia el reconocimiento. “Desde la desesperación a la esperanza. Pero sobre todo encontré un montón de amigos, una familia. La literatura noir como un lugar en el que nunca estás solo. Como en todas las familias, siempre hay una casa en la que juntarse a festejar, y esa casa es la Semana Negra de Gijón. Ganar el Hammett siempre fue un sueño, y ahora que es una realidad, una alegría y una responsabilidad, un estímulo para seguir trabajando, más comprometido por lo que implica este reconocimiento. Y, también, un motivo para brindar con los de siempre”.