El ‘thriller’ histórico que atrapó a Vargas Llosa… un violín legendario y un secreto mortal
El escritor argentino Alejandro G. Roemmers firma un intenso relato histórico que entrelaza arte, crimen con tintes sobrenaturales alrededor del violín más legendario jamás construido. Una de las apuestas de Planeta para las navidades

La literatura conoce desde hace siglos el poder narrativo de los objetos: reliquias, cartas, instrumentos o piezas de arte capaces de alterar la vida de quienes los poseen. En El misterio del último Stradivarius, ese linaje adquiere una nueva dimensión a través de un violín que atraviesa guerras, pestes y silencios, y que emerge en el centro de un thriller histórico que une crimen, música y memoria histórica. El lector descubre así que seguir la pista de un instrumento excepcional implica recorrer tres siglos de codicias, esperanzas y tragedias humanas hasta desembocar en un caso policial tan real como estremecedor ocurrido en Paraguay.
La nueva novela del poeta y dramaturgo argentino Alejandro G. Roemmers –publicada por Planeta– parte de un suceso real que conmocionó a la sociedad paraguaya, el asesinato del anticuario y lutier Bernard Raymond von Bredow y su hija adolescente en la localidad de Areguá en octubre de 2021, un crimen vinculado al robo de violines Stradivarius. Este hecho es el germen del que brota la ficción, pero pronto se convierte en un punto de partida hacia una arquitectura narrativa mucho más ambiciosa que cautivó al Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa antes de su fallecimiento.
Dos tramas paralelas: una policía y otra, histórica
El relato policial comienza con la llegada del comisario Tobosa y el sargento Gutiérrez a la escena del crimen, una casa repleta de antigüedades, obras de arte y silencios incómodos. Lo más perturbador no es lo que encuentran, sino aquello que falta: un Stradivarius desaparecido. En ese momento, el lector entra en una doble trama temporal: mientras la investigación avanza en Paraguay, la novela reconstruye el recorrido del violín desde su creación en la ciudad italiana de Cremona en el siglo XVIII hasta su última parada sudamericana.

He querido resaltar la capacidad del arte y, en particular, de la música para sanar las heridas del alma y elevar al ser humanoAlejandro G. Roemmers, autor de El misterio del último Stradivarius
La trama histórica se remonta a Antonio Stradivari, el maestro lutier que, en la novela, trabaja en su último instrumento antes de su muerte. A través de una prosa cuidada, Rommers revive al anciano artesano en un momento de lucidez febril, todavía fascinado por la unión imposible entre ciencia, belleza y trascendencia que perseguía en cada creación.
El violín se convierte en un viajero casi omnisciente, testigo de calamidades, ascensos imperiales y derrumbes morales. La peste en Nápoles, la invasión napoleónica en Venecia, la atmósfera opresiva de la Trieste ocupada por los nazis o la Roma convulsa y deslumbrante son algunos de los escenarios que el instrumento atraviesa, acumulando capas de destino y tragedia.
Una extraordinaria construcción de personajes
“Lejos de cualquier tipo de reivindicación que alguien pudiera suponer, he querido resaltar la capacidad del arte y, en particular, de la música para sanar las heridas del alma y elevar al ser humano y su destino por encima de las pasiones propias de las bestias”, destaca el propio autor de la novela.
La ristra de personajes históricos que aparecen ⎯Giuseppe Verdi, Giacomo Casanova, Aurelio Padovani, e incluso un guiño final al papa Francisco⎯ no busca la biografía ni el efectismo, sino mostrar cómo un objeto excepcional puede influir en el curso de vidas muy distintas. Sin embargo, la novela brilla especialmente en la creación de personajes ficticios, entre ellos Mico Edelbach, violinista judío cuya relación con un comandante nazi en el campo de exterminio de Trieste abre algunas de las páginas más intensas del libro. Un escenario de supervivencia y horror donde el Stradivarius parece funcionar como una forma de resistencia íntima, casi metafísica, frente a la barbarie.
En la narración contemporánea encuentra su fuerza en el contraste entre el pequeño mundo policial de los detectives Tobosa y Gutiérrez y la magnitud del misterio que se abre ante ellos. La casa del anticuario Von Bulow es una suerte de museo secreto en el que conviven la belleza extrema de las antigüedades con el horror del crimen recién cometido. A medida que la investigación avanza, ambos agentes se ven transformados.
La novela no está exenta de una veta sobrenatural: el último violín construido por Stradivarius se presenta como un amuleto, un objeto poderoso que preserva de todos los males a quien lo posea. Aunque, de tomarlo de una manera estrictamente realista, la música sublime que produce también podría ser un buen ejemplo de alguna especie de protección pagana o divina. De fondo, Alejandro G. Roemmers apuntala una reflexión sobre la justicia, la bondad, la maldad, la paz y la necesidad de encontrar sentido en un mundo que parece celebrar la repetición del horror.