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Feria de San Fermín
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un muy violento volteretón

Rubén Pinar fue cogido dramáticamente por el primer toro al recibirlo con una larga cambiada, y Jesús Enrique Colombo salió a hombros tras cortar dos orejas

Un momento de la espectacular voltereta sufrida por Rubén Pinar en el primer toro.
Un momento de la espectacular voltereta sufrida por Rubén Pinar en el primer toro.Rodrigo Jiménez Efe
Antonio Lorca

La voltereta que sufrió Rubén Pinar nada más comenzar el festejo fue realmente dramática. El torero esperó al toro de rodillas en el tercio para trazar una larga cambiada; el animal acudió al cite pero no se desplazó lo suficiente, de modo que no le dio tiempo a Pinar para recuperar la verticalidad. Lo intentó gateando y no fue posible. El toro lo enganchó por la chaquetilla, lo levantó como un muñeco y lo lanzó contra el suelo con extrema violencia. El torero cayó de cabeza, y quedó bocabajo e inerte; y desmadejado fue trasladado a la enfermería, adonde llegó inconsciente, y así estuvo durante dos minutos, muy dolorido, y con un temporal proceso de amnesia, pues no recordaba dónde estaba ni lo que había sucedido.

Una vez recuperado, Rubén Pinar mostró su interés en volver al ruedo, pero el equipo médico del doctor Ángel Hidalgo le recomendó que aceptara ser trasladado a un hospital para someterse a un tac y descartar alguna lesión que pudiera afectar a las que ya sufrió en la cabeza hace diez años cuando toreaba en el campo. Como indica el parte médico, las pruebas realizadas no han mostrado ninguna patología, pero el torero ha optado por pedir el alta voluntaria en contra del criterio de los médicos que lo han atendido.

Tras el tremendo susto inicial, la corrida quedó en un mano a mano entre el francés Juan Leal y el venezolano Jesús Enrique Colombo, que se enfrentaron a seis toros de Miura, grandes como camiones, blandos, deslucidos, descastados, broncos, ásperos y algunos imposibles para el toreo. Todos cumplieron de manera desigual en los caballos. Como ahora casi ningún toro empuja en el primer tercio, en cuanto alguno se queda en el peto se le canta una supuesta bravura que no es tal. Los miuras acudieron por lo general con las caras a media altura, y no aguantaron más que un primer puyazo.

En la muleta plantearon dificultades de todo tipo, con los pitones por las nubes, el viaje corto, sin atisbo de clase alguna, y solo el sexto repitió y se desplazó con cierta templanza.

Así las cosas, los toreros consiguieron salir airosos del complicado trance, que no es poco; ni uno ni otro destacan por su torería ni el sentido del temple, pero justo es reconocer su valentía, entrega y pundonor.

Leal hizo un meritorio trasteo al imposible primero que volteó a Pinar; recibió al segundo de rodillas en la puerta de chiqueros y aguantó que el imponente toro lo radiografiara ante de acudir al capote, Lo muleteó de rodillas, como manda aquí la tradición, y le robó algún muletazo suelto; y ante el quinto, que acudía a los engaños sin gracia ni clase, puso especial empeño en sortear los gañafones del animal. No mató bien a ninguno de los tres toros, razón por la que todo el premio se redujo a una vuelta al ruedo.

El caso de Colombo es distinto; se le ve muy fuerte físicamente, arenga a las masas para contar con su beneplácito, banderillea muy mal -al menos, esta tarde, solo acertó en los dos primeros toros con sendos pares al violín, y en el sexto clavó a toro muy pasado- y con el capote y la muleta es violento, bullanguero, ventajista y muy superficial. Mató muy bien a dos de sus toros, lo que le permitió cortar una oreja en cada uno de ellos y salir a hombros. Asunto suyo será si se deja engañar…

Miura/Pinar, Leal, Colombo

Toros de Miura, grandes, largos y muy bien presentados, cumplidores en los caballos, blandos, dificultosos, deslucidos, sosos y broncos; el más noble, el sexto. 

Rubén Pinar: cogido en el primer capotazo. El parte médico indica que se encontraba estable en la enfermería, policontusionado, con pérdida de consciencia y amnesia. Fue trasladado a un centro sanitario para la realización de un tac y el estudio no mostró patología. Los médicos consideraron que debía permanecer ingresado, pero el torero pidió el alta voluntaria. 

Juan Leal: pinchazo y bajonazo (ovación); casi entera perpendicular (petición y vuelta al ruedo); estocada atravesada que hace guardia _aviso_ y dos descabellos (ovación).

Jesús Enrique Colombo: estocada trasera y baja (oreja); buena estocada (silencio); gran estocada (oreja). Salió a hombros.

Plaza de Pamplona. 14 de julio. Octava y última corrida de San Fermín. Lleno. 

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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