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La investigación sobre la enigmática cultura de El Argar gana el premio Palarq de arqueología

Esta civilización estaba formada por un centenar de ciudades fortificadas en el sureste peninsular y desapareció hace 3600 años tras un gigantesco incendio

Recreación artística de los príncipes enterrados en la tumba AY38 de La Almoloya.
Recreación artística de los príncipes enterrados en la tumba AY38 de La Almoloya.Juana Bruno
Vicente G. Olaya

En el año 1550 antes de nuestra era, El Argar, una de las culturas más enigmáticas de la península Ibérica, desapareció literalmente. La conformaban más de un centenar de ciudades fortificadas que se levantaban sobre 35.000 kilómetros cuadrados del sureste peninsular. El español Rogelio de Inchaurrandieta y los belgas Enrique y Luis Siret fueron los primeros en excavarla a finales del siglo XIX. Hoy, la Fundación Palarq, una organización sin ánimo de lucro que apoya las misiones arqueológicas y paleontológicas españolas, ha concedido su premio (80.000 euros) al Proyecto Almoloya-Bastida: poder, género y parentesco en una civilización olvidada de la Edad del Bronce, encabezado por Universidad Autónoma de Barcelona y dirigido por el catedrático de Prehistoria Vicente Lull.

“La sociedad de El Argar”, explica en un comunicado Palarq, “poseyó un nivel de complejidad política y económica equiparable estructuralmente a una civilización”. Las ciudades más importantes, como La Bastida de Totana o Almoloya (Murcia), ocupaban una media de cinco hectáreas e incluían obras públicas para la gestión y aprovechamiento del agua (cisternas, diques, canales), edificaciones para la toma de decisiones políticas (salas de audiencias), viviendas, talleres y almacenes, además de zonas alfareras especializadas y otras de producción metalúrgica. Administraban un territorio parcelado en áreas destinadas a la agricultura de secano y regadío. Pero hace unos 3.500 años, y tras violentas rebeliones seguidas de incendios, esta cultura se esfumó sin más.

En 2013, los arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) hallaron en uno de los edificios de La Almoloya lo que se considera el primer parlamento europeo. En su subsuelo se encontraron decenas de tumbas, una de las cuales, la que contenía a una princesa, destacaba por su ajuar: diadema de plata, cuatro dilatadores de oreja de oro y plata, anillos, un puñal, brazaletes, piedras semipreciosas... Bajo su cuerpo yacía un varón con el que no guardaba relación genética y que había muerto años antes. Nadie sabe quiénes eran, pero sí que sus restos se correspondían con los de destacados integrantes de la cultura argárica. Posiblemente fueran matrimonio.

Otro de los misterios que rodean a esta civilización es su costumbre de intercambiar mujeres entre poblados, y cuando estas tenían descendencia femenina volvían a repetir el proceso con las hijas. Los investigadores lo han demostrado analizando 68 cuerpos femeninos donde no se ha encontrado a ninguna mujer adulta emparentada genéticamente con otra, a excepción de madres con sus niñas muertas prematuramente.

Tumba de un alabardero argárico enterrado con su pareja en La Almoloya.
Tumba de un alabardero argárico enterrado con su pareja en La Almoloya.Universidad Autónoma de Barcelona

A esta tercera edición de los premios, presidida por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, se presentaron 18 proyectos, entre los que destacaron Abric Romaní: Explorando la Tecnología de la Madera de los Neandertales (Capellades, Barcelona), del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social; La Draga en el contexto de las primeras comunidades neolíticas peninsulares, de la Institución Milá y Fontanals; Arqueología en la ciudad y territorio de Tusculum (Italia), de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma-CSIC y el Pintia: creación de bases infraestructurales y museográficas para la investigación, conservación y difusión del conocimiento del oppidum vacceo-romano de Pintia, de la Universidad de Valladolid.


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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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