Use Lahoz hurga en el remordimiento
La novela del escritor catalán indaga en los inevitables males que se hicieron a quienes más se quiso


La noche en que María Broto termina su función en el teatro Lliure, encarnando a Luiba Andreievna, de El jardín de los cerezos, de Chéjov, nunca imaginó el vuelco que daría su vida cuando alguien viene a removerle su pasado. Ese día, la vida de María, en la cuarentena, da un giro. Es como si de repente ya no hubiera futuro para ella. Todo está escrito en su pasado. María Broto es una de las protagonistas de Jauja, de Use Lahoz (Barcelona, 1976).
En esta novela cuesta trabajo hablar de un protagonista. Cada personaje que aparece pone su protagonismo vital en un engranaje que parece abarcar no solo un pueblo remoto (y ficticio) de Aragón y la ciudad de Barcelona, sino casi el mundo y la vida enteros. Al lado de María es imprescindible Rafael, el antiguo niño pueblerino que miraba el transcurrir existencial de Valdecádiar y el portador de la porción de vida que hasta ese momento María ignoraba. Luego está, como pegado a su piel, Teodoro, el hombre que se hace cargo de María de niña. Y los padres de Teodoro, el ingeniero Pablo Peñalver, tan determinante en esta historia, y Vidal, el actual marido.
Todo transcurre entre Valdecádiar (que ya aparecía en La estación perdida, 2016) y Barcelona. Entre un mundo rural decrépito y desesperanzado y las ilusiones que despierta la ciudad, la novela de Lahoz hurga en los remordimientos de los inevitables males que se hicieron a quienes más se quiso o más se merecieron. Jauja es también la novela de la sordidez y la estigmatización social. Y como para mí Lahoz sigue la ruta balzaciana de obras anteriores, diría que Jauja es irónicamente un libro sobre las ilusiones perdidas.
Leí esta novela sin poder abandonarla ni un instante. Su voz narradora tiene mucho que ver. Es una voz que ve, recuerda, guía y toma la palabra cuando sus personajes no la encuentran. Lahoz sigue fiel a su poética narrativa, el realismo. Un realismo asumido a conciencia y sin complejos. Yo hablo de Balzac, también se podría citar a Zola. Y al mejor Cela. Y al maestro Delibes. Y claro, Chéjov. Que la vida no es jauja, ya lo sabíamos. La cuestión era contarnos su porqué con la convincente madurez estética con que nos lo narra Use Lahoz.

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Autor: Use Lahoz
Editorial: Destino, 2019
Formato: Tapa blanda (464 páginas) y Kindle.
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