_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Codicia

‘Metanol: El líquido de la muerte’ es una de las muy escasas series checas que llegan a estos pagos

En vídeo, promo de 'Metanol: El líquido de la muerte'.Vídeo: EUROCHANNEL
Ángel S. Harguindey

Metanol: El líquido de la muerte (Amazon Prime Video) es una de las muy escasas series checas que llegan a estos pagos. Una producción modesta en la que, una vez más, una serie realza su valor antropológico, aunque es evidente que para sus responsables lo esencial era la trama.

Una historia elemental y terrible basada en hechos reales: en 2012, en la República Checa, se produce unos de los envenenamientos masivos más letales de su historia: 38 víctimas mortales y 80 heridos graves por la adulteración de vodka y ron con metanol. Un químico a punto de ser despedido de su empresa tiene la ocurrencia de mezclar metanol con etanol para abaratar los costes de producción, precio que resulta atractivo para una serie de pequeños lumpenempresarios a los que la codicia anula cualquier atisbo de escrúpulos. Nada que ver con los elegantes y educados delincuentes de las preferentes.

Llama la atención en esta serie de dos capítulos el que las autoridades políticas decidan perseguir desde un primer momento a los responsables del desastre, incrementando incluso el presupuesto de la brigada policial adscrita al caso. Nada que ver tampoco con el caso español de la adulteración del aceite de colza en la primavera de 1981: 1.100 muertos, el envenenamiento de otras 60.000, de ellas 25.000 con secuelas irreversibles, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios. El entonces ministro de Sanidad en el Gobierno de Calvo Sotelo, Jesús Sancho Rof, tenía claro el origen del síndrome tóxico: “Es menos grave que la gripe. Lo causa un bichito del que conocemos el nombre y el primer apellido. Nos falta el segundo. Es tan pequeño que, si se cae de la mesa, se mata”. Un lujo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_