Desenganchados del telediario
Las televisiones públicas europeas se enfrentan al reto de desarrollar nuevos formatos informativos ‘online’ para evitar la fuga del público joven
Desde la británica BBC hasta la italiana RAI, las televisiones públicas europeas se han topado con un problema recurrente: los jóvenes no conectan con sus programas informativos tradicionales. Las nuevas generaciones acuden a las redes sociales para estar al día. YouTube y Facebook son sus principales fuentes de información, según un estudio elaborado por el Instituto Reuters y la Universidad de Oxford, que advierte de que las cadenas públicas podrían caer en la irrelevancia y perder su legitimidad como institución si no consiguen captar nuevas audiencias en Internet. Aunque se tiende a pensar que los servicios públicos de información no están expuestos a las presiones comerciales que condicionan a sus competidores del sector privado, la digitalización de los medios y la aparición de nuevas plataformas onlineles obliga a repensar la viabilidad de un modelo que no llega al público joven ni a esa franja de la población con menor nivel educativo.
Elaborado entre enero y febrero de 2019, el estudio analiza las audiencias de las corporaciones públicas de España, Reino Unido, Alemania, Francia, República Checa, Italia, Finlandia y Grecia, y pone de manifiesto la creciente tendencia de los jóvenes entre 18 y 25 años a recurrir a las redes sociales a la hora de informarse. En España, Facebook es la fuente de noticias más popular entre ese público (34%) y solo el 8% dice consumir información en la web de RTVE. Una situación que se repite en seis de los otros siete países estudiados. El instituto británico alerta del riesgo que acarrea perder a un público que conformará una parte significativa de la audiencia en los próximos años ya que, recuerda, los hábitos de consumo se forjan precisamente a esas edades.
“El informe constata la desafección de los jóvenes por la oferta informativa de los servicios públicos de radio y televisión”, afirma Luis Albornoz, director del grupo de investigación Diversidad Audiovisual de la Universidad Carlos III y miembro del colectivo Teledetodos. Percibe que esta falta de sintonía se da tanto en países que cuentan con operadores con una financiación relativamente buena y con una larga tradición de independencia (Reino Unido, Alemania o Finlandia) como en los que cuentan con una financiación más inestable y con una mayor dependencia de los Gobiernos de turno, entre los que figura España.
Con una audiencia cada vez más envejecida, RTVE se enfrenta al desafío de recuperar peso entre los jóvenes. Enric Hernández, nombrado recientemente director de Información y Actualidad de la corporación, subraya el valioso trabajo desarrollado por el área de proyectos interactivos de RTVE y afirma que este laboratorio digital ha experimentado con éxito tanto en formatos de ficción pensados para el consumo online y enfocados a los jóvenes como en el ámbito de los informativos. Un ejemplo es el especial elaborado con motivo de las 1.000 muertes por violencia machista. “Nuestro reto pasa por ser capaces de ser competitivos, en términos informativos, desde una televisión pública y de generar contenido digital nativo, destinado a ser publicado en la web antes de su emisión en el Canal 24 Horas o en los telediarios”, asegura Hernández. Un segundo gran reto es “cómo cautivar a la audiencia a través de las redes sociales”. La clave, sostiene, es explorar nuevas narrativas, rastrear temáticas que interesen a los jóvenes y distribuir los contenidos en función del público al que van destinados. En definitiva: “Captar al público allí donde está”.
El Laboratorio de Innovación Audiovisual (LAB) busca formas creativas y novedosas con las que contar una historia. Hernández aspira a que “el caudal de talento” de RTVE potencie los contenidos digitales y fortalezca “la transición hacia un modelo multiplataforma estrechando la colaboración entre los canales y las áreas para que la narrativa de LAB impregne la información”. “Eso nos ayudará a modernizar el lenguaje y al mismo tiempo a establecer protocolos internos para que los periodistas sean conscientes de que la primera ventana es la web”. Hernández es consciente de que este no es un proyecto que se pueda culminar en seis meses, sino que se trata de avanzar hacia un cambio de cultura para abordar los temas “con una mayor transversalidad entre canales, por un lado, y entre informativos y programas, por otro”.
Una estrategia similar defiende el profesor Albornoz. “Los operadores públicos no tienen otra opción que continuar la apuesta por adaptarse al nuevo entorno tecnológico y comunicativo”. En esta línea, Hernández subraya que la clave es apostar por el contenido más que por la marca. “Para los jóvenes, la marca tiene poco valor. Se trata de focalizar la información en los temas que les interesan. Hablar más de comunidades y menos de audiencias”.
La pérdida de peso en la dieta mediática de las nuevas generaciones va más allá de los contenidos informativos, subraya Albornoz, que ve cómo la BBC, que tradicionalmente ha dominado el panorama televisivo y radiofónico en el Reino Unido, se enfrenta actualmente a una crisis en relación con su audiencia juvenil. “A principios de 2018, la BBC ya advirtió de que el público de entre 16 y 24 años pasaba cada semana más tiempo viendo Netflix que todos los servicios de televisión de la BBC, incluida la plataforma iPlayer”, explica el profesor de la Carlos III. Y añade: “Durante el último trimestre de 2017 los jóvenes británicos de 15 a 34 años estuvieron más tiempo escuchando música en servicios streaming, como el ofrecido por Spotify, que en las emisoras de radio de la BBC”.
El informe del Instituto Reuters alerta de que la oferta de noticias (tanto offline como online) de los ocho medios examinados tiene mayor acogida entre los ciudadanos con niveles educativos más elevados. Este fenómeno conlleva el riesgo de que “se exacerben las desigualdades en materia de información”, matiza Albornoz. El estudio pone asimismo de relieve que los operadores de Grecia y España son los peor parados en cuanto a presupuesto. Y eso, al fin y al cabo, repercute en los recursos disponibles para confeccionar la parrilla.
La británica BBC da con la clave del éxito
En un contexto de desafección generalizada hacia los programas de los medios públicos, y teniendo en cuenta que en muy pocas ocasiones esos contenidos se diferencian de los que las cadenas proponen online, encontrar nuevos formatos y proponer contenidos originales y atractivos es el gran reto del sector. La BBC es la única en haber logrado ese objetivo: los menores de 25 años acuden masivamente al contenido online de la cadena (56%), por delante de las redes sociales y de la televisión. Con casi 100 millones de visitas a la semana, el éxito de BBC News Online no ha estado, sin embargo, exento de críticas. En septiembre de 2012, la Asociación de Medios de Información Británica (NMA en sus siglas inglesas) pidió al Gobierno un control específico sobre el desarrollo de su página web, criticando en particular su apuesta por incluir contenidos de entretenimiento.
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