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“Si nos hubiésemos quedado en los 90 el FIB ya no existiría”

Repasamos las 25 ediciones del festival con dos hombres que las han vivido todas: Joan Vich y Aldo Linares

Público durante el concierto de Dorian en el FIB 2018.
Público durante el concierto de Dorian en el FIB 2018.Xavi Torrent
Katy Lema

Un cuarto de siglo puede ser mucho tiempo, sobre todo si se trata de un festival. Pero si el festival es el FIB, suena natural pensar que 25 años no son nada. Esta es posiblemente la cita musical más mítica de la escena independiente española. Solo superada en el tiempo por el Sónar de Barcelona, que este año celebra un año más que el evento de Benicàssim, y que, casualmente, este 2019 se celebra durante el mismo fin de semana por primera vez en la historia. Encontrar a alguien que haya asistido a todas las ediciones del FIB no ha sido difícil, aunque no lo parezca. En sus entrañas siguen trabajando desde el primer día dos hombres: Aldo Linares y Joan Vich.

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"El aniversario importa lo justo, por suerte, el público del FIB se va rejuveneciendo y esta será para muchos su primera o segunda vez" asegura Vich. Él es el director de contratación de un evento por el que han pasado artistas universales como The Cure, Radiohead, Amy Winehouse, Lou Reed, Pet Shop Boys, Pixies, Depeche Mode, Leonard Cohen, Arcade Fire, The Strokes o Jesus & Mary Chain. Estos últimos lideraron una primera edición que se celebró en el velódromo de la localidad de Castellón durante tres días: "el FIB surgió en la sala Maravillas de Madrid. Los hermanos Morán lideraron esta fantasía, nació de la inconsciencia. Estábamos allí y creíamos que todo era posible" comenta Linares.

Pero para Vich todo ha cambiado mucho desde 1995, cuando no había tanta competencia y no existía Internet: "éramos unos aficionados al indie británico que soñábamos con ver a estos grupos aquí y no tener que ir a Reading para lograrlo. En aquella ocasión fuimos unos 6.000 raros, y fue guay ver que había más gente como tú, que vestía igual". En este sentido, asegura que las cifras han cambiado mucho: "antes hacer un cartel era más fácil y los cachés eran mucho más bajos En 1998 se cobraba un 10 % de lo que se pide ahora, y en 2008, un 50 % menos. La industria se ha dado cuenta de que donde se gana dinero es con los directos".

A pesar de la nostalgia, Joan Vich agradece los cambios y que el FIB se haya profesionalizado: "el FIB antes era más cutre, más improvisado. Esta evolución también se ha notado en la programación, donde aseguran haber ampliado horizontes: "ahora la gente es menos cerrada que antes. Si este año no actúa Bad Bunny es porque no puede. Hay una cosa que tenemos clara: el festival después de 25 años necesita mirar hacia dentro y reinventar la fórmula. Después de esta edición es probable que haya una reorganización en cuanto a estilos y géneros". En este sentido, Aldo Linares asegura sentirse una esponja y aprecia la importancia de cada etapa: "antes todo era pop, rock e indie, pero con el tiempo descubres nuevas corrientes y gente joven de la que aprender".

Uno de los tópicos que más han perseguido al FIB en los últimos años ha sido el escaso protagonismo de bandas españolas en el festival, algo que para Vich es más un cliché que otra cosa: "no es real. Se nos puso esa marca en 2018 cuando se fueron los hermanos Morán y Vince Power hizo el festival más británico. La presencia de grupos españoles es grande, de hecho, este año tenemos a Vetusta Morla como cabeza de cartel. Aquí, tratamos a todos los grupos de la misma forma". Y aunque admite que las críticas son buenas porque sirven para evolucionar, tacha, con cierto humor, de "xenófobos" a todos aquellos que piensan que hay demasiado público extranjero en el festival: "tenemos la misma cantidad que en el Primavera Sound, solo que aquí es más homogéneo porque la mayoría viene de Reino Unido".

25 años dan para mucho

Si algo guardan en su memoria de fibers expertos Aldo y Joan son miles de recuerdos. Para Vich los peores años fueron las cancelaciones de 1997 y 2009, cuando el tiempo les jugó una mala pasada. Algo, que para Linares ha sido una forma de hacerse fuertes: "hemos sobrevivido a muchas tormentas y a la burocracia, lo que hace que tengamos una piel muy consistente y mucha capacidad de respuesta ante los cambios. Sabemos reinventarnos, así que que nos quiten lo bailado". Y es que como todo buen fiber debe saber, a pesar del sufrimiento, al día siguiente hay nuevos conciertos por disfrutar y la vida sigue. 

Si tuvieran que elegir un momento de estos 25 años, Vich lo tiene claro: "el domingo por la noche, cuando termina la última actuación del festival y suena el vals. Sobre todo en 2013, cuando el FIB estuvo a punto de desaparecer, una semana antes de su celebración no teníamos dirección así que cuando sonó dijimos: lo hemos logrado". Y entre los conciertos que no pueden olvidar: Belle and Sebastian, Amy Winehouse, Suede o Red Hot Chilli Peppers. "Belle and Sebastian nos envío una carta de agradecimiento que guardamos como un tesoro y en Amy recuerdo que mucha gente se preguntaba quién era", asegura Linares.

Lo cierto es que ellos lo han vivido casi todo y lo saben casi todo del FIB, vivencias que solo ellos pueden contar: "recuerdo ver a Björk revolcándose en el suelo y gritando antes de subirse al escenario, como una especie de ritual. Otro momento tierno fue ver a los padres del líder de The Cure, Robbert Smith, arreglándole el pelo antes de salir a cantar, fue fantástico", comenta Aldo Linares. Precisamente él empezó pinchando en la apertura del festival, en pleno atardecer, pero ha hecho de todo: "desde camisetas a escribir en el periódico del FIB". Porque sí, en el FIB tenían un periódico, Fiber, y se hacía todos los días que duraba el evento hasta el año 2000: "tuvimos que dejarlo, era matador".

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Sobre la firma

Katy Lema
Es editora SEO y profesora de la Escuela de Periodismo de EL PAÍS. En este diario también fue responsable del blog Miss Festivales. Autora del 'Festibook', antes trabajó en medios como La Voz de Galicia, Onda Cero y RNE, y en páginas como Skyscanner o Código Nuevo. Es Licenciada en Periodismo y Magíster en Radio por la UCM.

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