_
_
_
_
_

La matanza de Utøya, contada por cuatro supervivientes

Filmin estrena un documental que huye de la fórmula tradicional del "basado en hechos reales" dando voz a las víctimas del atentado, que cumple ocho años

Tráiler de 'Reconstruyendo Utoya'.
Héctor Llanos Martínez

El cartel de “basado en hechos reales” empieza a ser cada vez más habitual en el cine y la televisión recientes. De la aclamada Chernobyl a la amarillista La desaparición de Madeleine McCann, los sucesivos estrenos de este género están resucitando un debate sobre cómo tratar la objetividad y verosimilitud en él.

La matanza de Utøya en Noruega, de la que este 22 de julio se cumplen ocho años, es el tema central de dos largometrajes de ficción estrenados en el último año y ahora llega a Filmin el documental Reconstruyendo Utøya. Su director, Carl Javér (Suecia, 1972), intenta zafarse con una original estructura narrativa de esta arma de doble filo que supone revivir un suceso real. En el caso de su nueva película, el contar el tiroteo de un empresario simpatizante de la ultraderecha contra los asistentes al campamento juvenil del Partido Laborista del país, que dejó 69 muertos. Tras ser detenido, se declaró harto de la multiculturalidad a la que se dirige el mundo actual.

El cineasta sueco cede la palabra a cuatro de los jóvenes supervivientes del atentado. Les propone que desarrollen su testimonio en primera persona bajo una premisa. Tienen que crear una obra de teatro al estilo del dramaturgo Bertolt Brecht, con poco más de unas líneas blancas en el suelo como escenario. Es la misma que Lars Von Trier adaptó en Dogville en 2003. Así que los llevó a un estudio y les puso a su disposición a 12 actores igualmente jóvenes, un equipo de psicólogos y un paquete de cinta adhesiva.

A lo largo de Reconstruyendo Utøya, los cuatro improvisados directores de escena explican con sus propias palabras a sus actores los recuerdos y sensaciones derivados de ese día. “Es importante que la ficción y el documental traten asuntos reales como el terrorismo, para que sus causas y consecuencias no caigan en el olvido. Pero me resultaba casi imposible hacer una película describiendo lo que pasó allí. Solo sabía que era importante contar la historia de quienes sobrevivieron. Así que decidí que ellos lo contaran con la mayor libertad posible, tomándose su tiempo”, cuenta por teléfono Javér a EL PAÍS.

Un punto en común en las reconstrucciones teatrales de los veinteañeros Jenny, Mohammed, Rakel y Torje es la ausencia casi absoluta del asesino en su personal puesta en escena. Todos ellos, cada uno a su forma, lo representan con el sonido de disparos. Su presencia invisible contrasta con el protagonismo que durante años le han concedido los medios de comunicación, en detrimento del de sus víctimas. “El periodismo es un reflejo de la vida. Y en la vida diaria no nos gusta fijar la mirada en las víctimas. Pero cada vez tenemos más claro que no es al asesino a quien hay que dar voz. Por ejemplo, el autor de la reciente masacre de Nueva Zelanda no ha recibido el protagonismo que estaba buscando”, defiende el cineasta.

Una masacre de tal magnitud en un país de algo más de cinco millones de habitantes hizo que el asunto se convirtiera en una tragedia nacional en el sentido casi literal del término. Se calcula que una cuarta parte de su población conoce de forma directa o indirecta a alguna de las familias afectadas. “Fue un shock absoluto en un país que no está acostumbrado a este tipo de ataques y que, hasta ese momento, era considerado un paraíso ingenuo”, comenta Javér. “Sin duda fue una importante señal de alerta no solo para Noruega. Europa debe prestar atención ante el ascenso de la ultraderecha y proteger la democracia a toda costa”.

Torje recuerda su huida del campamento sabiendo que su hermano mayor había recibido un disparo en la cabeza, Rakel revive la angustia por dejar atrás a su novio, mientras que Jenny relata la experiencia de haber sido ella la que se queda atrás y Mohammed afronta la muerte de su amigo. A la hora de elegir qué actor les interpreta en escena, la mayoría de estos cuatro veinteañeros elige a personas de razas y sexos distintos al suyo. Es una de las pequeñas victorias que Javér ha sacado en claro de este experimento: “En ese aspecto, estos chicos han ganado claramente al asesino”.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_