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Vida laboral

'Los días hábiles' le ha valido a Carlos Catena Cózar el Premio Hiperión (ex aequo con Maribel Andrés Llamero)

El estreno en formato largo de Carlos Catena Cózar (Jaén, 1995), que le ha valido el Premio Hiperión (ex aequo con Maribel Andrés Llamero) nos descubre a un angry young poet dispuesto a denunciar las precariedades de la generación Z. Los días hábiles retrata con precisión forense la vida laboral de un sujeto que proyecta los eslóganes capitalistas en su microcosmos cotidiano. La transacción afectiva con los padres (“en el extranjero una transferencia bancaria / es el único abrazo que mi padre puede darme”), el simulacro de la amistad “a lo largo” o incluso el amor en los tiempos del desempleo se subordinan aquí a la rigidez normativa del mercado y al placer instantáneo del consumo. De la quema se salva la evocación de la abuela, al tiempo presencia tutelar y símbolo de un orgullo proletario que no entiende de nóminas ni cotizaciones. Catena despliega todo un albarán de formas de trabajo: migraciones demasiado parecidas a exilios, reuniones que se transforman en escape rooms y despachos metamorfoseados en naturalezas muertas.

La conciencia del desarraigo se erige así en la clave de una búsqueda identitaria que atraviesa las fronteras geográficas y la barrera del sonido, la piel de los idiomas y el peso de la rutina: “El romanticismo no pudo gestarse un martes […] / ni a Hopper le pudo inspirar el atardecer de los lunes”. Aunque la manera descarnada de aludir al dinero y algunos rasgos estilísticos —como la ausencia de puntuación y mayúsculas— remiten al García Casado de Las afueras, Catena posee una voz propia, tanto cuando escribe como cuando reescribe. Ahí están para demostrarlo la glosa del icónico ‘Aullido’ de Ginsberg (“he visto a las mejores mentes de mi generación / destruidas por un contrato basura de cara al público”) o la desacralización de unas bienaventuranzas que han trocado los valores cristianos por el valor de cambio: “Bienaventurado el viernes porque siempre llega / bienaventurado el reguetón porque nos hace tocarnos / bienaventurado el dinero porque compra cosas / bienaventurado internet porque existe”. Habrá que seguirle la pista a un poeta que se subleva contra el calendario laboral y que llama a las cosas por su nombre, que da mucho y promete más.

Los días hábiles Carlos Catena Cózar Hiperión, 2019 67 páginas. 9,62 euros.

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