Israel suspende la venta de entradas para el Festival de Eurovisión
La organización del evento ha denunciado "irregularidades" en el proceso de venta de localidades, investigadas ahora por la policía israelí
La cadena pública de televisión israelí, Kan, organizadora del Festival de Eurovisión que se celebrará en Tel Aviv en mayo, ha suspendido la venta de entradas para el evento tras detectar “irregularidades” en la adjudicación de boletos. Según la cadena israelí, la organización sospecha que algunas de las entradas más deseadas fueron objeto de reventa el pasado jueves, minutos después de que los boletos se pudiesen adquirir oficialmente en la web www.lean.co.il, la única autorizada para ello.
La primera tanda de boletos para la gran final eurovisiva, que se celebrará el próximo 28 de mayo, se agotó en una hora y eso que la entrada más barata costaba 340 euros. Decenas de miles de personas que en ese momento esperaban su turno para comprar en la plataforma online se quedaron con la miel en los labios. Nada más comenzar la venta, el sistema ya registraba una lista de espera de cerca de 70.000 interesados.
Asistir en directo a la final resulta una misión imposible además porque para los diferentes espectáculos -un total de nueve entre ensayos y galas en directo- tan solo habrá 4.300 entradas disponibles. Los precios, dependiendo del evento al que se quiera asistir, oscilan entre los 150 euros de la entrada más barata, para los ensayos de las semifinales, hasta los 500 de la más cara para la final del 18 de mayo.
Antes de la suspensión de la venta el domingo por la noche, aún quedaban boletos disponibles para los ensayos y las dos semifinales. Entonces fue cuando la organización denunció que al menos 300 de las mejores entradas agotadas para la Gran Final habían acabado en manos de personalidades del mundo del espectáculo y el deporte nacionales. De confirmarse las investigaciones que ahora ha asumido la policía israelí, esas entradas podría ser invalidadas y puestas de nuevo a la venta, porque su destinatario debería de haber sido el público en general.
“Abusar del público con la reventa es una mala práctica e ilegal. No permitiremos que un evento histórico y festivo, celebrado en todo el mundo, se convierta en herramienta en manos de criminales que den de Israel una mala imagen”, ha asegurado Gilad Erdan, Ministro de Seguridad Pública de Israel.
Varios medios hebreos aseguran que la alarma saltó al detectarse venta de billetes once veces más caros, a través de la conocida web Viagogo. Eso cuando los precios oficiales ya de por sí doblan a los de la pasada edición en Portugal. La organización del evento en Israel tenía previsto sacar en abril una segunda tanda en abril de los codiciados boletos para la gran final. Ahora esa tanda dependerá de las conclusiones de la investigación policial.
Uno de los aspectos criticados de esta edición del concurso, y por el que probablemente muchos eurofans se quedarán en casa, ha sido el limitado aforo del lugar elegido para celebrar el certamen. Los espectáculos tendrán lugar en el escenario principal del Centro Internacional de Convenciones de Tel Aviv, y la organización también ha habilitado un segundo espacio VIP con entradas al precio único de 500 euros: la llamada Green Room, situada en un pabellón aledaño. Ahí se podrá seguir el evento a través de pantallas gigantes, junto a los artistas de los 42 países que este año aspiran a ganar el certamen. Esa oferta incluye bebida, picoteo y un obsequio de recuerdo pero no pareció cautivar al gran público: antes de que se suspendiera la venta de entradas, aún había disponibles no pocas.
Frente a las críticas por el limitado aforo, Kan explicó que las 10.000 plazas del Centro de Convenciones quedaron reducidas a unas 7.300 por las dimensiones del escenario y por cuestiones de seguridad. De ellas, 3.000 quedaron reservadas para las delegaciones de los países participantes, patrocinadores y organizadores de Eurovisión y la mitad de las restantes, 2.000, salieron a la venta el jueves.
De acuerdo con las reglas de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), tan solo los llamados “cinco grandes” (España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania) e Israel, como país anfitrión, tienen un puesto garantizado en la gran final. El resto tendrán que ganárselo en las semifinales que tendrán lugar el 14 y el 16 de mayo en Tel Aviv.
La ciudad israelí se ha volcado con la organización del evento para el que ha reclutado ya a 1.500 voluntarios encargados de asistir a los turistas y visitantes atraídos por Eurovisión así como a los invitados que pisarán la alfombra roja durante la ceremonia de bienvenida que tendrá lugar en el Museo de Arte de Tel Aviv.
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