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Columna
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Policías

En la serie francesa ‘Desaparecidas en el lago’, su mayor problema es el abuso de sospechosos habituales.

Ángel S. Harguindey

Calle 13 (Movistar +) se ha especializado siempre en las series policiacas. La segunda temporada de la francesa Desaparecidas en el lago narra la búsqueda de un asesino en serie, un psicópata que mata a mujeres solteras a las que seduce en páginas digitales de encuentros, algo que puede ser gratificante o un arma de destrucción masiva. Son, como diría Nathanael West, “señoritas de corazón solitario”.

Las pesquisas las dirige la comandante Lise Stocker en colaboración con su marido, el capitán de la gendarmería Clovis Bouvier. Parajes idílicos, casas confortables, vehículos de alta gama como suelen describirse a los incautados a los narcotraficantes, calles limpias, niños felices, una suegra con alzhéimer, otra castrante y un trastornado que asesina por doquier.

Con un guion funcional, su mayor problema es el abuso de sospechosos habituales. Casi en cada capítulo el espectador sospecha de alguno de los coprotagonistas, suposición, naturalmente, inducida por los creadores de la serie, que en los dos últimos capítulos se verán obligados a mostrar un exceso de acontecimientos que descarten a los inocentes y expliquen la trayectoria del psicópata.

Una serie entretenida en la que, fiel al tópico de “lo francés”, los sentimientos e infidelidades son casi tan importantes como los crímenes. Una idea sobre las relaciones personales en Francia que, vista desde aquí, se puede resumir en la pregunta que le hace Luis Ciges a José Luis de Vilallonga en Nacional III: “¿Es verdad que en París se folla hasta en los portales?”. En fin, descarnada ordinariez frente a lugar común.

La devoción del canal por lo policiaco se ha convertido en emblemática con ese fenómeno que fue Ley y orden, primero, y ahora Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales, una de las series más longevas de la televisión. La primera, creada por esa institución televisiva que es Dick Wolf, se emitió 20 años por la cadena NBC y su tiempo en antena en EE UU solo fue superado por Los Simpson. La secuela lleva 418 capítulos.

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