Un ángel y un demonio, unidos contra el apocalipsis
Neil Gaiman ha adaptado en seis episodios la novela ‘Buenos presagios’, que coescribió con Terry Pratchett
Fue la última petición que el escritor Terry Pratchett le hizo a su colega Neil Gaiman antes de morir en 2015 tras ocho años padeciendo alzhéimer. Tras largo tiempo tratando de adaptar al cine Buenos presagios, novela coescrita por ambos que publicaron en 1990, decidieron que necesitaban una serie televisiva para tal empresa. La idea quedó paralizada hasta que en el verano de 2014, Pratchett escribió una carta a Gaiman: “Tienes que hacerla tú, porque quiero verla antes de que se apaguen las luces para mí”. Su deseo no se pudo cumplir, pero su amigo se lo tomó como una obligación, según explicó Gaiman en una presentación de series de Amazon Prime Video celebrada en octubre en Londres. “El capítulo más complicado de escribir fue el primero, porque Terry murió la semana antes y nada de lo que escribía era bueno”, recuerda.
“Tardé 18 meses en escribir los seis capítulos, reinventándolos para la televisión, mientras trataba de mantenerme lo más fiel posible al original, porque teníamos millones de personas que me matarían si no lo hacía, pero a la vez quería sorprender”, prosigue Gaiman. Trae constantemente a colación a Pratchett cuando habla de Good Omens, título original del libro y de la serie, que la plataforma de Amazon estrenará el año próximo y que tendrá seis episodios.
“Me sentí frustrado porque cuando me atascaba no podía recurrir a Terry para que me ayudara y porque cuando hacía algo muy inteligente o lograba resolver algún problema sobre cómo adaptar algo para que funcionase en televisión, no estaba Terry para que me dijera ‘lo has logrado’. Ha sido un proceso triste y frustrante para mí en cierta forma”, reconoce.
Aunque el recorrido de la adaptación tuviese un poso amargo, en el resultado final, a juzgar por los adelantos que Amazon mostró a la prensa en Londres, reinan el humor y la ironía, al igual que en la novela, que narra las andanzas del ángel Aziraphale (interpretado por Michael Sheen) y el demonio Crowley (encarnado por David Tennant) en su intento por evitar el apocalipsis. “Una de las cosas que suele decir la gente es que es un libro que cree en la humanidad, un libro sobre la amistad”, resume Gaiman.
Entre las variaciones que incorpora la serie con respecto a la novela se encuentra el personaje que interpreta Jon Hamm, el arcángel Gabriel. “Decidí robar de todo el material que Terry y yo habíamos creado y no habíamos usado. Pensé que para que Gabriel fuera Gabriel tenía que ser el ángel con mejor apariencia que pudiera imaginar”, dice Gaiman. Y ahí entró en juego el protagonista de Mad Men, en un rol con altas dosis de comedia que afrontó con nerviosismo. “Cada vez que empiezas en un proyecto te sientes como si fuera el primer día de colegio. Todo lo que llevas está mal, todo lo que haces está mal, sientes que hueles mal, todo te parece que va a ir mal. Pero el cariño con el que sabía que se estaba tratando este proyecto me quitó el 95% de la ansiedad; el otro 5% se quedó conmigo todo el tiempo”, cuenta el intérprete.
El actor ya había leído la novela, que describe como “una celebración del sentido común” que pone en valor la comunidad. “Hablábamos antes de cómo te puedes sentir identificado con un ser supernatural, y es que encuentras su humanidad en cosas específicas suyas. Hay cierta gente que puedes tomar como ejemplo, pero es una persona que está tan segura de que lo que hace es correcto que se convierte en absurda. Piensa que es infalible y es mentira”, concluye Hamm.
Contrato en exclusiva con Amazon
Neil Gaiman cuenta que llegó a trabajar con Amazon Studios "casi por casualidad" con la serie American Gods, que en Estados Unidos emite el canal Starz pero distribuye internacionalmente Amazon Prime Video. Good Omens no será su último proyecto para la plataforma de vídeo en streaming, porque acaba de firmar un acuerdo en exclusiva para desarrollar diferentes proyectos televisivos con el gigante tecnológico.
"Mis expectativas con American Gods y Good Omens eran muy diferentes. Lo glorioso de American Gods es hacer una serie gigante que, con suerte, puede durar cinco o seis temporadas contando una historia. En Good Omens son seis capítulos, con un principio, un desarrollo y un final. Me encanta la idea de que vaya a estar en todas partes en Amazon en diferentes idiomas, quiero que la gente encuentre esta historia, la vea y la disfrute. Quiero que sea la serie más amada y popular de seis capítulos jamás hecha sobre el final del mundo", remata entre risas.
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