Historia de (casi) nada

Hablamos mucho de exposiciones, poco de arte y casi nada de la función del arte. Es como un gran hueco vacío bajo los pies que sorteamos a base de saltar felizmente de una cita a otra. Pensar en la función del arte parece algo anacrónico, pero tiene un fuerte tinte de futuro si queremos un cambio de parámetro cultural y político. Es como analizar tu genealogía para ver quién no quieres ser. Algo así como desandar el camino ajeno para ver dónde estás.

Ese camino al revés lo emprendo para ir a la galería NoguerasBlanchard en Madrid. Expone Enric Farrés Duran (Barcelona, 1983). Pocos artistas reivindican sus dos apellidos. Tiene algo de lugar remoto, de realidad invocable. A menudo este joven artista se refugia en la nada, o en su expectativa, un lugar habitual entre los artistas que se prodigan por el conceptual lúdico del nuevo siglo. Una especie de decepción a priori estudiada y a la postre subversiva. Lo invisible es el protagonista también de esta nueva entrega. Digo entrega porque hasta el título de esta exposición, Empezar por el medio, invita a la novela. Todo parte de un libro, Un viaje frustrado, de Josep Pla, célebre escritor y tío abuelo de Farrés. El viaje al fondo de uno mismo es literal aquí, ya que además el artista reproduce el mismo trayecto que hizo su ancestro en la novela: recorrer la Costa Brava desde Calella de Palafrugell hasta Francia en una pequeña embarcación en vela.

Es lo que vemos en el vídeo que nos recibe, al artista metido en una pequeña chalana remolcada, eso sí, por un gran barco de vela y motor tripulado por un importante coleccionista. Bonita metáfora del artista para hablar de dependencias y mercado del arte. No desvelo más detalles porque hay narrativa suspendida hasta en el techo. Alcen la vista arriba y tiren del hilo. Les llevará hasta una barca del Retiro. Escuchen su historia de (casi) nada. Remen como el artista, con rumbo abierto.

Enric Farrés Duran. ‘Empezar por el medio’. Galería NoguerasBlanchard. Madrid. Hasta el 26 de enero de 2019.