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Columna
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Las torres

Escuchar a Jeff Daniels, uno de los protagonistas, hablar con un tono hispano-angelino propicia la desconexión

Ángel S. Harguindey

The Looming Tower o la importancia de los detalles que distancian al espectador. Hablamos de una potente y excelente producción de Hulu (en España, en Amazon) que narra en 10 capítulos los días que precedieron al 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos y que culmina en aquella terrible fecha que, probablemente, junto con la quiebra de Lehman Brothers, cambiaron el mundo. Una historia bien narrada en la que se muestran las motivaciones de los terroristas y las mezquindades internas y el enfrentamiento entre la CIA y el FBI, con la consiguiente disminución de su capacidad preventiva ante el peligro.

El detalle distanciador no es otro que un doblaje de mala calidad. Los expertos en la materia sospechan que Hulu lo realizó en Los Ángeles con hispanoparlantes y Amazon, su distribuidora en todo el mundo salvo en EE UU, lo mantuvo: un desastre. Escuchar a Jeff Daniels, uno de los protagonistas, hablar con un tono hispano-angelino propicia la desconexión. Cierto es que se puede ver en versión original con subtítulos pero un portal o una cadena deben aspirar a ganar la mayor audiencia posible y ya que se ofrece doblada, dóblenla bien.

Basada en el libro homónimo de Lawrence Wright, ganador de un Pulitzer, La torre elevada, así se tradujo, entremezcla realidad y ficción, hechos y sentimientos, con una especial habilidad. Secuencias ficticias enlazan con documentos reales: las sesiones de la Comisión de Investigación del Congreso que analizó las perversas discrepancias entre las principales oficinas de la seguridad nacional o las tremendas imágenes del atentado a las Torres Gemelas potencian el estupor del espectador. Bin Laden y Al Qaeda son los enemigos pero la CIA y el FBI mostraron su incapacidad para controlar un peligro que se había gestado meses atrás en los propios Estados Unidos y de los que se tenían noticias inquietantes desde el mes de marzo de aquel año sin que se hiciera nada. Por último, una constatación: Clinton y Mónica Lewinski; Bush Jr. y su ideocia reacción el 11-S y Donald Trump y todo. El declive.

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