Es ‘Supervivientes’, no un campamento escolar
El programa todavía no ha cumplido tres semanas y ya ha tenido un poco de todo. Y a río revuelto, ganancia de Telecinco
Supervivientes 2018 todavía no ha cumplido tres semanas y ya ha tenido un poco de todo. Es el reality total para Telecinco. En él pueden darse cita desde profesionales de los realities (es habitual que haya concursantes que ya han pasado por Gran Hermano, Mujeres y hombres y viceversa y similares), entre los que está destacando Sofía Suescun, hasta personas que realmente van a vivir la experiencia y que se entregan al programa, luchando en las pruebas, tratando de pescar y de hacer la convivencia más llevadera. También hay gente, lamentablemente, que parece que pasaba por ahí y no tenía muy claro a qué iba.
Del mismo modo que el año pasado todos los concursantes querían ganar y lo dieron todo (solo se marchó Lucía Pariente y Alba Carrillo hizo un amago pero una renegociación hizo que se quedara y terminara como finalista), en la entrega de este año ya ha habido una deserción, un amago con rectificación en el último minuto y una persona que está al borde de hacerlo. El actor Adrián Rodríguez se marchó este domingo alegando ataques de ansiedad por el hambre. Saray Montoya, aunque el domingo también anunció su marcha, finalmente ha reculado y se queda. Y María Lapiedra no para de llorar; ni siquiera las palabras de ánimo de Gustavo González, su pareja, parecían consolarla.
Ninguno de ellos parecía saber a qué se iba a Supervivientes. Las condiciones allí, a pesar de que estén cuidados y tengan una ración mínima de alimento diaria, son duras. Pero hay quien se piensa que va a Gran Hermano o a un campamento con sus amigos del cole. Y no. Ahora Adrián tendrá que hacer frente a la multa económica que supone abandonar el programa de forma voluntaria, algo que puede haber hecho que Saray haya reculado.
Esta situación deja al programa con un problema que, en realidad, pueden convertir en virtud y que lleve a Supervivientes más cerca, si cabe, de Sálvame. Alejandro Albalá pone este miércoles rumbo a Honduras para romper allí con su novia Sofía, que tontea en el programa con Logan, un Míster España que, además de demostrar sus dotes como superviviente, no está dejando pasar la oportunidad de entrar en el juego del salseo de Telecinco. Albalá viaja a Honduras un día después de firmar el divorcio con Isa Pantoja, la cual le acompaña en el viaje para visitar también a su actual novio, Alberto Isla. Ni en los mejores culebrones venezolanos, vamos.
El programa tiene en su mano una jugada maestra: dar a Albalá la opción de quedarse como concursante. La polémica está servida. Y a río revuelto, ganancia de Telecinco.
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