El club de las segundas oportunidades
Históricas discográficas independientes españoles de los noventa se reciclan como rescatadores de viejas reliquias pop, olvidadas en su día y ahora editadas en vinilo
Parece claro que vivimos inmersos en una nostálgica e interminable marejada, en la que cualquier proyecto —por ignoto que sea— es susceptible de encarnar su particular retorno. Si a eso le sumamos el cuestionamiento que se cierne —dicen las listas de éxitos— sobre el rock de guitarras como radiografía del presente, y el enorme arcón de tesoros ocultos (de cualquier género) que se abre ante nosotros tan solo con bucear en cualquiera de las últimas cinco décadas del siglo XX, tenemos el cuadro completo: cualquier melómano podría vivir una eternidad dedicando horas a música inédita para sus oídos, extraída de la noche de los tiempos, sin necesidad de atender ninguna producción de nuevo cuño. Y sin culpa alguna, además.
Es una lección que parecen haber aprendido bien quienes crearon sus propias discográficas en España en los años noventa. Aquellos pioneros de la independencia no le pierden la cara al presente. Ni niegan la vanguardia. Pero se han dado cuenta que una de sus principales vías de ingresos tiene ya menos que ver con descubrimientos novedosos que con el rescate de músicos de hace muchas décadas, sepultados por el olvido, cuya obra rescatan en cuidadísimas ediciones en vinilo para una clientela que aún adora el formato físico. Munster fueron pioneros (con los sellos Vampisoul o Vinilíssimo). Guerssen apostó por ese modelo. Y Subterfuge, entre otras, se sumó también.
Joyas de la arqueología sonora
Varios
Twelve String High Vol. 2
You Are The Cosmos
Blue Ash
Hearts & arrows (2015)
You are the cosmos
Ronnie D'Addario
Take in a show (2017)
You Are The Cosmos
Alfonso Santisteban
Spanish Moog (2017)
ADARCE
Varios
¡Naino! Spanish gipsy soul funk disco, 1974/1984 (2017)
ADARCE
Plástico
Plástico
Canciones desde la tumba (2014)
Alaska y Los Pegamoides
Mundo indómito
Canciones desde la tumba (1999)
Jordi Llansamà, jefe de la catalana BCore, reconoce el placer por “investigar, sacar una grabación original y limpiarla” para así “reivindicar cosas de los años 60 y 70” que no se valoraron por “esa tendencia nuestra de mirar hacia fuera sin valorar el elemento autóctono que le dábamos a estilos de fuera, más allá de la mera copia”. Su sello, surgido del hardcore en 1990, culmina su evolución y diversificación con Adarce, marca propia que pregona la primacía “del groove como denominador común”, ya sea con discos de “funk, soul, rumba o bossa nova”, pero siempre en el ámbito estatal. Como primeros rescates anuncia: “Un disco que hizo [el compositor, arreglista, productor y director de orquesta español] Alfonso Santisteban, Spanish Moog, para una casa italiana en 1975, totalmente desconocido, y otro de bossa nova cantada en castellano, [y registrada] entre 1963 y 1975”.
“Estaba todo tan muerto que a poco que el vinilo levantara cabeza, ya parece un auge, pero crear una marca de garantía es un desafío complicadísimo”, reconoce el maño Pedro Vizcaíno. Invirtió el esfuerzo de Grabaciones en el Mar en un nuevo sello, You Are The Cosmos (en un guiño al malogrado Chris Bell, de Big Star, autor de I Am The Cosmos), en vista de que “el panorama español tomaba una senda” que no le interesaba “nada”.
Público europeo
Así que con el power pop, el folk rock y la psicodelia en la cima de su ideario, lleva un par de años descubriendo al público europeo delicias añejas tan injustamente olvidadas como Ronnie D’Addario (padre de los Lemon Twigs) o Blue Ash, amén de descubrimientos más recientes como The Parson Red Heads. A la pregunta de si las 12 cuerdas de la guitarra Rickenbacker (Twelve String High es el nombre de su recopilatorio mejor acogido) podría ser la argamasa entre todos los estilos que maneja, arguye que “todo está en los primeros cinco discos de The Byrds. Lo que me interesa son las canciones”.
Más años en estas lides (20, en concreto) lleva Carlos Galán diversificando Subterfuge. Desde que puso en marcha la serie Canciones desde la tumba para exhumar “maquetas, inéditos y canciones que no vieron la luz”. No le hacen ascos a ningún formato. Priman también el vinilo, pero no lo achacan al factor generacional: “A nuestra oficina viene gente de 20 años a comprar vinilos, o platos y tocadiscos”.
Entre las reivindicaciones que recuerda con más cariño, desde aquellas primeras maquetas de Los Vegetales editadas en 1996, cita a Plástico (“la maravillosa primera aventura musical de Eduardo Benavente, con 15 años”), Aristogatos (“un también quinceañero Mikel Erentxun”) o “la primera maqueta de Farmacia de Guardia, del 81”. Los donostiarras Negativo o los valencianos Vamps serán los próximos en gozar de su pertinente restitución.
Babelia
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