¿Y por qué alguien de 40 años no puede escribir sobre Mayo del 68?
Ramón González Férriz escribe, y muy bien, porque se documenta como un buen periodista, como un buen académico
Antes de la entrevista me avisó Ramón González Férriz: le dicen mucho que resulta extraño que alguien de cuarenta años como él escriba sobre algo que ocurrió cuando él no había nacido, concretamente en mayo de 1968, cuatro años antes de que él oliera el mundo en Granollers. Es como si a don Emilio Lledó le dicen que cómo es que escribe de Platón o a Mary Beard se le muestra extrañeza porque viaje al mundo viejo de los romanos. Él escribe, y muy bien, porque se documenta y pregunta, como buen periodista, como buen académico, sobre una época que duró unos meses y que revolucionó el mundo. Lo hace en este libro del que hablamos, 1968. El nacimiento de un nuevo mundo, que le encargó su amigo el editor Miguel Aguilar y que publica Debate. Óiganlo, y véanlo. Entenderán que sabe más que si hubiera estado vivo y sacando adoquines para buscar la playa en aquel París bello y convulso de hace ahora cincuenta años.