‘Velvet’ se pierde
La reducción de minutos y los cambios de 'Velvet colección', en Movistar +, no han cuajado como debían
Velvet colección tenía por delante varios retos. Por un lado, fue la serie encargada de dar el pistoletazo de salida a la nueva y reforzada apuesta por la producción propia de Movistar +. El paso de Antena 3 a la plataforma de pago suponía cambios formales, como abandonar los 70 minutos de duración por los internacionales 50, y de contenido. Porque aunque sea Velvet, no es Velvet. Aquella serie que recordábamos, la de los amores de Ana y Alberto, ya acabó. Para renovarse hacía falta introducir nuevas tramas, nuevos personajes, nuevos decorados. Y todo ello, sin perder la esencia. Un triple salto mortal que era más complicado de lo que parecía.
Movistar ha anunciado que Velvet ha sido la serie más vista de su plataforma, por encima incluso de Juego de tronos (que, por cierto, en la séptima temporada ha compartido con HBO España). Un éxito cuantitativo del que se desconocen cifras pero del que no se puede dudar. Velvet era todo un fenómeno y es lógico que parte de él se traslade con su continuación. Sin embargo, Velvet colección se ha perdido en el cambio.
Aunque como espectador se agradece enormemente la reducción de minutos, narrativamente la historia no ha logrado adaptarse. En ocasiones, hemos visto a personajes tomar decisiones apresuradas y repentinas sin que se desarrollaran las motivaciones. Los nuevos personajes tampoco han llegado a cuajar, con unos gitanos estereotipados que se ponen a bailar, cantar y dar gritos en cualquier lado o una familia Godó con su culebrón personal que se ha quedado al margen del resto de la historia. El personaje de Imanol Arias no ha llegado a ser el villano que prometía ni se ha sacado jugo al de Ariadna Ozores (aunque el final de la temporada parece apuntar a que en la segunda entrega sí que se hará esto último). Por no hablar de esa secretaria cotilla y florero a la que da vida Marta Torné y cuya única función parecía ser molestar.
Velvet siempre ha sido mucha música, mucho vestido bonito, mucho cuento de hadas y poca chicha detrás. Pero al menos tenía un buen grupo de secundarios que mantenía el enganche. Tenía a Rita, a Pedro, a Cristina Otegui, a Mateo, a Clara, a Raúl de la Riva... Ahora algunos de ellos ya no están y otros han perdido con los cambios, desde una Clara a la que el protagonismo le ha restado brillo hasta un Pedro dramático pasando por un Raúl de la Riva pasado de revoluciones a más no poder.
Velvet se ha perdido en el cambio. Con el arranque de la serie dije que habían logrado mantener la esencia y que los fans podían estar tranquilos. Pero con el paso de los capítulos me veo obligada a desdecirme. Esta no es mi Velvet, me la han cambiado.
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