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El joven que se coló en 50 festivales y acabó de gira con Mumford & Sons

Se llama Marcus Haney y si te gustan los festivales terminarás generando una extraña empatía con su historia cada vez que atravieses un cordón de seguridad

Katy Lema
Marcus Haney
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Si te encantan los festivales de música y siempre has sentido cierta nostalgia con el espíritu más loco de Woodstock, Marcus Haney es tu hombre. Este joven de 29 años saltó a la fama en 2014 tras revelar sus peripecias en citas como Coachella o Glastonbury, algunos de los grandes eventos a los que accedía sin pagar. Estas aventuras se pueden revivir en el documental No Cameras Allowed, donde cuenta cómo se las ingeniaba para colarse y llegar a lugares imposibles del recinto, y cómo termina codeándose con estrellas de renombre internacional como Beyoncé o Muse.

Pero ¿Cómo conseguía Marcus esquivar los estrictos controles de los festivales de música? A toro pasado parece sencillo, pero la realidad escondía acreditaciones de prensa de dudosa veracidad, falsificación de pulseras, una sorprendente actitud de artista o deportes olímpicos como el salto de valla. Estas fueron algunas de las acciones de un festivalero ilegal que logró sacar rédito de algunas de sus malas experiencias y terminó creando videoclips para artistas como Coldplay.

Marcus Haney es ahora un reconocido creativo que presta sus servicios a la industria. Fue en 2010 cuando decidió ir a por todas y entrar al festival más universal de todos, Coachella. El joven reconocía hace unos años a la BBC que se moría de ganas de ir: "nunca había estado en el festival, el cartel era increíble y muchos de mis amigos tenían planeado ir, incluida una chica que me gustaba". El amor y el dinero fueron la primera excusa, pero la emoción empañaría el resto.

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Este estudiante de cine decidió que sus métodos para entrar no iban a ser en vano, motivo por el que sacó su cámara en el valle de Coachella y grabó al rapero Jay Z. Esas imágenes sirvieron para llamar la atención de los organizadores del Bonnaroo, que le regalaron unas entradas a cambio de su trabajo. La adrenalina fue más fuerte y la entrada de Marcus volvió a ser por la puerta de atrás. Y una vez más aprovecho su vivencia porque de aquí surgió Connaroo: How Broke Kids Do Bonnaroo, el corto que le sirvió para grabar la gira de Mumford & Sons en 2011.

La falsa foto viral de Glastonbury

En la historia de Marcus Haney participó mucha gente. Entre las trepidantes historias que esconde el periplo festivalero de este joven de Los Ángeles, destaca la que ocurrió en el año 2015. Internet se enloqueció con una foto de un joven en silla de ruedas que sobrevolaba el público de Glastonbury mientras disfrutaba de uno de los conciertos. Una trama que no ocurrió exactamente así, porque no tuvo lugar ni en ese año, ni en ese festival. Tras la expansión en redes sociales de la instantánea, se supo la verdad. El protagonista no era otro que Ryan Chen, un joven de 27 años que era amigo de Marcus Haney, con quién se coló en 2013 al Outlands Festival de San Francisco. De este evento es la imagen que captó el fotógrafo Jeff Kravitz mientras Chen disfrutaba de un concierto de Young the Giant.

Suena a ficción, pero la vida de este estadounidense no se podría escribir sin la improvisación de su instinto y las ganas que le llevaron a tomar sus decisiones casi con la misma libertad de un personaje de Kerouak. Con la mirada puesta en el presente y la extrema seguridad que rodea a todos estos eventos de masas, suena extraño que hoy por hoy Marcus pueda cruzar con la misma felicidad los mismos obstáculos que un día superó —también los de los Premios Grammy—.

Si eres un auténtico festivalero terminarás generando una extraña empatía con él cada vez que leas su historia y tu memoria recuerde los cordones de seguridad de los festivales a los que has ido. Pagar no es lo suyo, en una entrevista a VICE, Marcus aseguraba que Glastonbury fue la joya de la corona —y también su festival favorito—: "Cuando entré tuve mucha suerte: crucé al mismo tiempo que los de seguridad detenían a otros que también se habían colado". Suerte o no, hay algo que el hombre invisible de los festivales deja claro en todo lo que hace: que los sueños se pueden cumplir, y que no hay cámara que pueda transmitir todo lo que se siente y se vive dentro de un festival.

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Sobre la firma

Katy Lema
Es editora SEO y profesora de la Escuela de Periodismo de EL PAÍS. En este diario también fue responsable del blog Miss Festivales. Autora del 'Festibook', antes trabajó en medios como La Voz de Galicia, Onda Cero y RNE, y en páginas como Skyscanner o Código Nuevo. Es Licenciada en Periodismo y Magíster en Radio por la UCM.

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