Michael Robinson: “No me llama la atención la prensa deportiva”

Michael Robinson (Leicester, Reino Unido, 1958) cogió una depresión cuando se acabó El día después en 2005. No quería saber nada de la televisión y pensaba que era imposible volver a trabajar en un programa deportivo que había sido hasta entonces un referente en la televisión española. Más de una década después, el exfutbolista y presentador exhibe, feliz y satisfecho, lo que ha hecho los últimos 10 años. Un programa, Informe Robinson, que lleva su nombre como marca, que va más allá del deporte, que ahonda en lo humano y que, para celebrar su décimo aniversario ha montado un capítulo especial (disponible bajo demanda en Movistar) que reúne algunos de los momentos más destacados y revisita otros tantos. "El que menos tiempo lleva trabajando conmigo en este programa será como 14 años, la mayoría veintitantos. Mi noción de televisión ya lo venían entendiendo", explica sobre uno de los puntales de su éxito. Quince minutos antes de presentar a la prensa el documental en la sede de Movistar en la Gran Vía de Madrid, Robinson atiende a EL PAÍS.

Pregunta: Diez años de programa, un centenar de historias... ¿Con cuál se siente más satisfecho?

Respuesta: Es como decir cuál es tu hijo preferido. Es difícil, sin embargo sí podría decirte que muy poca gente entiende de veras de qué va el programa. No es acerca de gente que gana, aunque la hay, sí, mostramos campeones y deportistas superlativos. Y no es acerca de fracasos. Normalmente en el periodismo deportivo hablamos de éxito y fracaso. Realmente para ser un gran deportista, o ser padre o ser persona, has de poder discernir que el fracaso y el éxito son dos impostores que nos invaden la vida, y hemos de tratarlos con la misma indiferencia, como dijo Rudyard Kipling.

P: Pero alguno habrá que...

R:  En la primera temporada hicimos un programa sobre Carolina Rodríguez, una gimnasta rítmica que fue despedida por vieja con 21 años y por tener un idioma corporal acentuado. Contrató a su exentrenadora, con la dificultad de que no encontraba en León ningún pabellón que tuviera el techo suficientemente alto para tirar el aro o las mazas, y encontró una difunta iglesia donde el altar sí tenía hueco para esto. Le acompañamos en su tarea para clasificarse para los JJ OO de Londres. Dos meses antes de los Juegos tuvo su última oportunidad. Por el camino habíamos entrevistado a sus padres, ambos sordomudos. De ahí su idioma corporal acentuado. Ellos nunca habían escuchado un acorde de música en sus vidas, pero al ver a su hija ejercer, ella les había regalado el sentido de la música. En su último ejercicio para intentar clasificarse tenía que igualar su mejor registro, y lo hizo. Su historia es humana, habla de mucho de esfuerzo ¿Cuál es un verdadero Informe Robinson? Tal vez fue este.

P: ¿Y el especial sobre el Mundial de Sudáfrica Cuando fuimos campeones?

R: Decidimos prepararlo mucho antes del Mundial porque pensaba que teníamos una gran oportunidad de ganarlo, inclusive lo pensé después del primer partido [que perdió España ante Suiza]. Cuando iba acercándose el día de Navidad, cuando se iba a emitir, yo estaba ya atacado por un alarde de impertinencia. Pensaba, quién coño soy yo para decir a millones de españoles cómo fue cuando fuimos campeones, porque cada uno lo había vivido de una forma. El hito deportivo más importante de España y de repente viene un puto inglés a decir que fue así. Me parecía impertinente. Cuando mi hijo me dijo que el programa había gustado, lloré como un bebe.

Informe Robinson 10 | Televisión

P: ¿Y qué tema se le ha resistido más?

R: Pep Guardiola. Quería hacerlo, y ha participado en muchos, de hecho me dice que es su programa de deportes favorito, pero le pregunté cuando estaba en el Barcelona y Pep tiene la política de no dar entrevistas a determinados medios. Quería hacerlo, pero declinó muy elocuentemente, digamos.

P: Después de tantos años en el fútbol español, ¿cómo sería una Liga sin el Barcelona?

R: El señor Tebas [presidente de la Liga Profesional] ha mencionado en más que una ocasión que con el independentismo, el Barça no podría jugar. Presume de tener la segunda liga más importante y la sexta, que es la Segunda División. Y presume de dividendos para la Liga y sus clubes. Pero al no poder tener el clásico, supongo que perdería ingresos muy importantes, para los propios clubes, porque es un reparto. No sé si estaría tan cotizada la liga española sin tener un clásico. No percibo un FC Barcelona o un Girona o un Espanyol siendo expulsados. También es cierto que hay clubes, por ejemplo el Monaco, que no es francés y juega en su liga... ha habido años que se pensaba meter al Glasgow Celtic en la Premier League... Me imagino que si se diese ese caso, Francia les podría invitar.

P: ¿Cómo ve la información diaria deportiva en contraposición con la pausa y el análisis de Informe Robinson?

R: Siempre me ha parecido que debe ser un trabajo muy difícil llenar cuarentaytantas páginas de información deportiva, sobre todo cuando me da la sensación de que los periódicos son más bien de fútbol y entiendo que hay algunas páginas para otros deportes. No suelo leerlos, a veces miro, pero no lo entiendo como una biblia mía. Ojeo, pero no es que me llamen poderosamente la atención esos medios. Normalmente son cuestiones menores y banales.