_
_
_
_
Crítica | La última boqueá
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La novedad y la herencia

El realismo expresionista, asainetado y solanesco de La Zaranda y la poética del fracaso de Beckett, reformulados por la joven compañía sevillana Teatro a la Plancha

Javier Vallejo
María Díaz, Manuel Ollero y Selu Nieto en 'La última boqueá'.
María Díaz, Manuel Ollero y Selu Nieto en 'La última boqueá'.Luis Castilla

La última boqueá

Autor y director: Selu Nieto.

Intérpretes: María Díaz, Selu Nieto, Manuel Ollero ‘Piñata’. Espacio sonoro: Ignacio Román. Espacio escénico: S. Nieto, Margarita Ruesga, Carlos Villarreal. Vestuario: M. Ruesga. Luz: Guillermo Jiménez.

Ayudante de dirección: Susana Hernández. Producción: Teatro a la Plancha. Madrid. Sala Cuarta Pared, hasta el 30 de septiembre.

La Zaranda ha creado escuela. En La última boqueá, rondó agónico escrito y dirigido por Selu Nieto, se palpa el realismo expresionista, asainetado y solanesco característico de la compañía jerezana; un realismo estilizado o esquemático, con sesgo caricatural, que se nutre de dos veneros caudalosos: la poética del fracaso de Samuel Beckett y los oficios de difuntos de Tadeusz Kantor.

Sus tres protagonistas, reflejo apenas cóncavo de muchos habitantes de barriadas populares y del agro español, repiten frases hechas, latiguillos y cantinelas: por el cauce humorístico abierto por el actor, autor y director sevillano, corren imágenes valleinclanescas.

María Díaz, Manuel Ollero Piñata y el propio Nieto, que rondan la treintena, nos recuerdan sin pretenderlo a los tres intérpretes de La Zaranda, en versión rejuvenecida: los dos primeros, la actriz en especial, son quienes más hondamente interiorizados tienen sus papeles, acaso porque Nieto ha dividido su energía entre la actuación, la escritura y la dirección escénica, y porque en ocasiones se ha repartido demasiado papel a sí mismo, cosas ambas que le sucedieron también a Paco Sánchez en algún espectáculo de La Zaranda: hasta en eso se asemeja Teatro a la Plancha a sus predecesores.

En este estilo teatral se bordea siempre el peligro de que el personaje, cuando su intérprete intenta suplir con empuje y desparpajo lo que la edad le regalará en unos años, acabe entrando en terreno paródico: por un instante, El Lindo, coprotagonista de La última boqueá, se da un aire a Torrente o a El Polito, calorro barcelonés que tanto se ha prodigado en YouTube.

Pasan los campanilleros, de Manuel López Farfán, es una marcha capaz de elevar y de sostener cualquier escena sobre la que suene (resulta tan vigorosa como la polaca Szara Piechota y tan sugestiva como el Walc François de Adam Jósef Karasinski, composiciones sobre las que Tadeusz Kantor tejió la dramaturgia de La clase muerta, semillero de La Zaranda y de todo lo que ha venido después), pero tiene mucha gracia la procesión desbarajustada que en torno suyo tejen Díaz, Ollero y Nieto.

En suma, en la escritura de Nieto hay fogonazos poéticos y filón alegórico, explotado aquí mediante una puesta en escena ritual, punteada por tres interpretaciones resolutas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_