‘Narcos’ cambia de cartel

En Narcos, Pablo Escobar ha muerto. No estamos destripando nada, Netflix ya había anunciado que al final de la segunda temporada, el líder del cartel de Medellín caería. Su poderosa presencia deja paso en la tercera entrega —disponible desde hoy al completo en la plataforma online— a los que fueron sus enemigos número uno: el cartel de Cali. Los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela junto a Pacho Herrera y Chepe Santacruz Londono están al frente de esta organización criminal dedicada al tráfico de cocaína y que movió miles de millones de dólares fruto de sus negocios.

Y, como en las dos temporadas anteriores, el agente de la DEA Javier Peña se obsesionará con acabar con el cartel. "En la realidad, Javier Peña no estaba en Colombia durante la investigación de Cali, es una licencia artística", puntualiza el actor Pedro Pascal (Santiago de Chile, 1975) en conversación telefónica con EL PAÍS, para pasar a hablar de la evolución del Peña personaje: "él no estaba cuando capturaron y mataron a Escobar. No estar físicamente para esa satisfacción es un elemento que le da textura y hace que quiera volver a Colombia para cumplir este otro trabajo". Frente a la multiplicación de enemigos —del reinado en solitario de Escobar se pasa a los cuatro capos de Cali—, Peña cobra importancia en esta temporada, convirtiéndose en el narrador de los acontecimientos. No es la única diferencia de los nuevos capítulos. "La historia es diferente y tiene una nueva estructura. La investigación tuvo que ser muy diferente también. Es un cartel que existe en contraste con el de Medellín. Es gente con un aire más sofisticado, están más integrados en la sociedad", añade.

Porque este cartel operaba de una forma muy diferente al de Escobar, escondiendo sus muertos y sobornando a funcionarios y empleados del gobierno. "Es una bestia totalmente diferente. Esta gente mandó a sus hijos a estudiar a las mejores universidades del mundo, hicieron carreras en medicina, derecho... Se ocultaron mucho más", cuenta Pascal.

Con el cambio de historia, el reparto de la serie se renueva y amplía. Varios actores españoles, como Javier Cámara o Miguel Ángel Silvestre, se unieron a un casting con intérpretes de diferentes países latinoamericanos. "Lo pasé demasiado bien rodando la tercera temporada", recuerda entre risas Pascal al preguntarle por la incorporación de los españoles. "Nos hicimos muy amigos. Cuando era joven viví en Madrid un verano en el 96. Yo bailaba en un club que se llamaba el Morocco y Javier Cámara me contó que seguramente estuvimos ahí la misma noche y no lo sabíamos", comenta. Con Silvestre ya le unía una amistad previa: "un fin de semana en Cartagena [de Indias] fuimos juntos en una lancha con más gente a una isla, estuvimos en un hotel y lo pasamos muy bien, te lo puedes imaginar", concluye, sin entrar en detalles.

Nacido en Chile, Pascal emigró con sus padres siendo un bebé huyendo del régimen dictatorial de Augusto Pinochet. Tras participar en películas y series varias, se hizo popular mundialmente al interpretar al príncipe Oberyn en Juego de tronos. Y, desde 2015 lleva persiguiendo criminales en Narcos. El actor asegura ser un adicto a las series. "Me gustan muchas, no me pierdo nada de Netflix, desafortunadamente, porque pierdo muchas horas de mi vida en las que debería estar haciendo otras cosas, como ejercicio, por ejemplo. Me fascinó Big Little Lies. Estoy siendo un traidor a Netflix ahora mismo, pero me fascinó. Y Fargo también", reconoce bajando la voz ante la proximidad de publicistas de la plataforma online que produce su serie. Entre sus sueños para el futuro está trabajar en España. "Pero no hacer de español porque con este acento... Tendría que hacer de un chileno americano viviendo en España", remata entre risas.

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