‘Fargo’ se reinicia sobre su esencia
La tercera temporada juega con elementos ya conocidos por el espectador. Y aun así, la excelencia de las entregas anteriores y la buena presentación invita a esperar grandes cosas
"Esta es una historia real. Los hechos que se relatan tuvieron lugar en Minnesota en 2010. Por petición de los supervivientes, se han cambiado los nombres. Por respeto a los muertos, todo lo demás se relata tal y como ocurrió". Una nueva temporada de Fargo, una nueva "historia real" ficticia, y un nuevo reseteo para una de las mejores series de los últimos años. Creada por Noah Hawley sobre la base de la película de mismo título de los hermanos Coen, cada entrega cuenta una historia diferente en la que los crímenes, el humor negro, la nieve, la sangre y los hombres y mujeres pintorescos son protagonistas. Argumentos, personajes y actores distintos pero mismo tono y ambientación en una serie que con su segunda temporada demostró que podía hacer borrón y cuenta nueva e incluso elevar el listón de la excelente primera entrega y que ahora vuelve a apuntar maneras en el comienzo de la tercera tanda.
También mantiene la apuesta por un reparto muy sólido, encabezado por Ewan McGregor, haciendo doblete al interpretar a los gemelos Stussy, enfrentados por azares de la vida. Carrie Coon (presente en dos de las series de más prestigio en emisión, The Leftovers y la que aquí nos ocupa) es la policía que no puede faltar en las historias de Fargo, que vive con su hijo y su padrastro. Y Mary Elizabeth Winstead en el papel de fría femme fatale que no parece que vaya a hacer la vida de su pareja, uno de los gemelos Stussy. En el primer capítulo, dirigido y escrito por Hawley, las cosas, como era de esperar, se complican para ellos, robos, confusiones de identidad, asesinatos y mafiosos mediante.
Fargo juega con elementos ya conocidos por el espectador. Hay poco que no hayamos visto ya antes, casi todo suena familiar. Y aun así, el planteamiento es prometedor. La excelencia de las entregas anteriores y la buena presentación invita a esperar grandes cosas. De nuevo, tipos normales envueltos en circunstancias extraordinarias. De nuevo, un humor negro negrísimo que impregna un universo peculiar lleno de referencias a las películas de los Coen. Y de nuevo, una banda sonora cuidada al máximo para generar la atmósfera apropiada.
Un simple sello y un préstamo son los desencadenantes de acontecimientos con dramáticas consecuencias. Sangre sobre la nieve. De nuevo. Es 2010 en la serie, pero sus personajes parecen resistirse a avanzar y se encuentran más cómodos viviendo en el pasado, tanto en actitud como en estética. El tiempo no pasa aquí. Qué placer volver al territorio conocido de Fargo.
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