_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Asesores

Netflix no debería vender 'Ozark' como si fuera 'Breaking Bad' y en TVE, por su parte, está claro que están muy mal asesorados publicitando programas impresentables

Ángel S. Harguindey
Jason Bateman en 'Ozark'.
Jason Bateman en 'Ozark'.

Ha sido una semana de asesores, esos expertos que aconsejan a sus clientes lo óptimo aunque después no se sabe si ha sido lo mejor para el cliente o para el propio asesor.

Netflix acaba de estrenar una serie excelente, Ozark, en la que el protagonista es un asesor financiero que decide trabajar para un cártel de la droga blanqueando sus cuantiosos ingresos. Si de mover dinero se trata, cuanto más se mueva mejor para todos. Los responsables de la misma se empeñan en citar Breaking Bad como referencia inmediata. Están mal asesorados: parafraseando a Rajoy cuando dijo aquello de que "un vaso es un vaso y un plato es un plato", Ozark es Ozark y Breaking Bad es Breaking Bad, es decir, que la serie de Netflix tiene una calidad por sí misma que hacen innecesarias las comparaciones. El descenso a los infiernos de Walter White es distinto del de Marty Byrde, el tono de las series también son diferentes como lo son las relaciones entre los miembros de las familias de sus protagonistas, los entornos sociales y las motivaciones para iniciar los ya mencionados descensos. Coinciden, eso sí, en mostrar la enorme importancia económica de la droga en una sociedad desarrollada y en la calidad de sus producciones, de sus guionistas y de sus intérpretes.

En TVE, por su parte, está claro que están muy mal asesorados. Han publicitado programas impresentables como Hotel Romántico o La peluquería demostrando que viven en un tiempo pasado que, afortunadamente, no parece que volverá y programan sin abrir la boca una de las mejores series del año, al menos en la cadena. El infiltrado, una miniserie de seis capítulos estrenada el pasado año en la BBC One, basada en una novela del gran John Le Carré y en la que el mundo de las drogas deja paso a otro de los grandes negocios del siglo: la venta de armas.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_