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‘Ozark’: Delinquir para salvar a la familia

Jason Bateman y Laura Linney protagonizan el nuevo thriller de Netflix

Tráiler de 'Ozark'.
Álvaro P. Ruiz de Elvira

Los montes y lagos de Ozark, en Misuri, con sus ríos y pinos y sus habitantes del Estados Unidos más profundo, son un lugar ideal para las vacaciones, para desconectar, pasar inadvertido, alquilar una bella casa con vistas a un lago, con su embarcadero y todo, y para... ¿lavar dinero para un peligroso cartel mexicano? Ese choque de opuestos entre lo normal y el riesgo es lo que vive la familia protagonista de Ozark, la nueva serie de Netflix que la plataforma estrena el viernes 21 de julio y que está protagonizada, producida y, dirigida en parte, por Jason Bateman.

Bateman, actor niño prodigio de Hollywood (comenzó en La casa de la pradera) que a mitad de su carrera cayó en el alcoholismo durante una larga época, es a sus 48 años un padre de familia feliz que, sin dejar de lado su faceta de actor, cada vez tiende más a la dirección y la producción. El actor recibe a EL PAÍS en un hotel de Londres para hablar sobre su serie, a la que trata casi como si fuese su hijo predilecto. En Ozark interpreta a Marty Byrde, un agente financiero de Chicago que parece llevar una vida de lo más normal junto a su esposa (Laura Linney) y sus dos hijos, pero que pone a su familia en peligro blanqueando dinero del tráfico de drogas. "Al principio Marty es un poco ingenuo, pero también se convierte en alguien más comprometido y ferviente para mantener a salvo a su familia", cuenta el intérprete.

Para devolver una millonaria deuda con el cartel para el que trabaja en la sombra y ser lo menos visible posible, Marty se traslada a la zona de Ozark, donde encontrará más complicaciones. Este es el punto de partida de una serie de diez episodios cuyo planteamiento inicial puede recordar un poco a Breaking Bad. "No he visto mucho de Breaking Bad, pero sí lo suficiente para apreciar lo buena que es y lo que engancha", admite Bateman. "Mi personaje es similar al de Walter White en cuanto a que son personas normales fuera de su elemento, en una situación peligrosa. La diferencia es que mi personaje lo hace de forma voluntaria y Walter se ve forzado a hacerlo porque está enfermo", explica. "También, una gran diferencia es que mi personaje está constantemente buscando acabar con la situación, no se ve atraído y cayendo más en ella. A Marty le gustaría que en el primer episodio todo se acabara, ir a la policía y resolverlo, pero no puede. Es una tensión dramática muy diferente", concluye el actor.

Bateman cuenta con un gran apoyo en la historia, el de la actriz Laura Linney (Con C mayúscula), que interpreta a su esposa. El matrimonio no vive su mejor momento cuando las cosas se complican con el cartel mexicano. Pero el personaje de Linney es fundamental para entender las motivaciones de Marty. "Laura hace que todo parezca fácil, porque es tan buena en lo que hace y es una pesona tan amable y tan profesional que no podrías crear a nadie mejor en lo que hace o a una persona mejor para tener en el rodaje en una posición de liderazgo", se deshace en elogios Bateman. "Los sets de rodaje son lugares complicados, hay mucha gente ahí y hay mucha responsabilidad, tensión y egos, por lo que puedes tener a un montón de gente portándose mal si no tienes un buen liderazgo arriba. Ella está ahí y la forma en la que se comporta y la calidad de su trabajo permiten un ambiente muy diferente", concluye.

McKinley Belcher III, Jason Bateman y Laura Linney en 'Ozark'.
McKinley Belcher III, Jason Bateman y Laura Linney en 'Ozark'.

Para el actor, Ozark ha sido la oportunidad de hacerse cargo casi al completo de un gran proyecto. Tras dirigir dos películas, Juegos de palabras y La familia Fang, Bateman buscaba un tercer filme para ponerse tras las cámaras. Pero el guion de Ozark se cruzó en el camino de su agente. "Me encantaron los guiones y pensé que se me rompería el corazón si veía a otra persona dirigirla si yo actuaba en ella. Quería saber si les iba a parecer bien que dirigiera todos los capítulos y ejercer de productor ejecutivo así que tuvimos largas conversaciones con el estudio y la cadena y dijeron que sí. Después, durante la preproducción, no pudimos sacar tiempo suficiente para que yo dirigiera los 10 episodios, así que al final dirigí los dos primeros y los dos últimos. Pero supervisar toda la producción era lo que quería con la dirección. Fue un desafío que he disfrutado mucho".

Y es que dirigir es lo que más le gusta a Bateman. "Es el cargo que tiene una relación más directa con todos los departamentos. Es como una orquesta, cada instrumento produce diferentes sonidos y como director puedes decidir a qué nivel cada uno de ellos se deben de añadir para crear un solo sonido que los espectadores puedan seguir y disfrutar. Tengo mucha suerte de dirigir algo tan bien escrito como esto", concluye Bateman. El actor espera que todo salga lo suficientemente bien como para continuar con una segunda temporada: "Estamos trabajando en eso ahora. Cruzamos los dedos con la esperanza de que a los espectadores les divierta y que a los críticos le guste y si esas dos cosas pasan, creo que Netflix nos pedirá que hagamos más. Tenemos algunas ideas, pero queremos mantenernos en perfil bajo hasta que sea oficial".

Vuelve 'Arrested Development'

Ozark es un drama con momentos de thriller. Un género lejano a lo que los espectadores suelen ver en Bateman: la comedia. En la serie de Netflix, el actor ha intentado alejarse de sus personajes cómicos. "Tienes que tener cudiado,  porque a veces puedes hacer trampa y cambiar la forma en la que interpretas una escena para conseguir algunas risas, pero puede cambiar todo el tono de la secuencia o del episodio. Si ves una serie como esta, no buscas reirte, quieres sentir un viaje honesto de este personaje a través de algo muy desafiante. Si hay momentos de humor negro, porque alguien pierde su dignidad o están contra las cuerdas, entonces está bien, pero solo si está justificado", concluye.

Dicho esto, Bateman habla también de la futura quinta temporada de la comedia que le encumbró y le consiguió un Globo de Oro, Arrested Development y que Netflix recuperó con una cuarta entrega en 2013. "Comenzamos a rodar la próxima temporada a finales de julio y después supongo que se estrenará el próximo verano, en 2018", comenta.

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