Los diez tipos de festivaleros para este verano: ¿eres uno de ellos?

Existen tantas variedades de festivaleros como festivales hay en el mundo. Las circunstancias a las que se enfrentan en este tipo de eventos son diversas, desde el barro de Glastonbury y el clima mediterráneo del FIB, pasando por la pasarela del Coachella. Es la actitud común que brota en estos festejos la que permite clasificar a estos amantes de la música en directo dentro de los siguientes grupos.

1. Los expertos: Lo saben todo, se han estudiado el plano del recinto, el historial de carteles de otras ediciones y se han memorizado cada una de los grupos y canciones que tocarán en el festival. Es esa gente que crea la playlist antes que el propio festival. Sí, les gusta vivir del pasado para alimentar el presente.

2. Los de la zona VIP: se pasan el festival aislados en su zona de confort. Viven acotados, sin colas, en un mundo ideal y rodeados de youtubers, algunos famosos y gente que lo parece. Sufrirán el mismo precio de la comida y de la bebida que el común de los mortales —pero desde el beach club—.

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3. Los valientes: No miran atrás, en lugar de caminar levitan y solo conciben el festival desde la primera línea de playa. Son amantes de las multitudes, les gusta hacer colas para conseguir su objetivo y son capaces de perderse la mejor canción por salvar al grupo con un brebaje. Son esos festivaleros convencidos que se van solos al escenario más pequeño.

4. Los de la periferia: se pasan el festival rodeando a los valientes, han alcanzado cierta experiencia y se conforman con observar la vida desde la distancia. Les gustan los laterales de los conciertos y las barras más pequeñas y alejadas del recinto. Odian que los valientes les intimiden cuando se infiltran eufóricos hacia el núcleo de la tierra. Esta separación con el éxtasis les permite mantener grandes conversaciones y decir aquello de “yo a este grupo ya les he visto tres veces”.

5. Los informantes: son el punto medio que existe entre los expertos y los que improvisan. Son una especie de alerta móvil que te avisa del día perfecto para comprar tus entradas más baratas, de la última actualización del cartel, de las mejores horas para entrar, y del color de las pulseras de este año. Les gusta vivir el presente pensando en el futuro y se pasan el festival buscando en Instagram qué se cuece en el festival.

6. Los aguadores: son como el afilador, aparece cuando lo necesitas. Siempre hay almas caritativas que se encargan de mantener en estado líquido a los amigos. Su constancia en las barras de los festivales hace que nunca pierdas la esperanza de volver a tener un vaso entre las manos. Se saben muy bien la lista de precios y podrían hacerte una comparativa económica con el resto de eventos de este tipo. Manejan a la perfección la moneda de cambio del festival.

7. Los unionistas: son los que se sacrifican por la manada. Si hay que ver un concierto manda la mayoría, si hay que hacer cola para ir al baño tenemos que ir todos juntos o quedar en el punto de encuentro a los diez minutos. Son los que han creado el grupo de WhatsApp para preguntar en qué escenario está cada uno de los integrantes. Buscan mantener a la pandilla unida por encima de todas las cosas.

8. Los separatistas: tienen un poco de valientes y un poco de espíritu de periferia. Les mueve el rollo indie y no les importa quedarse solos o separarse de la manada para disfrutar de su concierto favorito. Tienen un poco de pasotismo ilustrado, así que no te extrañe no verles en todo el festival. Suelen ser más activos en el grupo de WhatsApp creado por los unionistas que en el mundo real.

9. Los del día: son almas que vagan a la luz del sol bajo el grito de “los festivales de día son lo mejor”. Les gusta sentarse en corrillos, hacerse selfies grupales, tienen espíritu cotilla y disfrutan de la variedad musical dejándose llevar. Les gusta improvisar y sentir que están viviendo algo mejor y más diferente que los de la noche. “Prefiero empezar antes aunque me vaya a las 3”, afirman.

10. Los de la noche: entran a medianoche en el recinto del festival y aguantan hasta el final, creando su propio after. Son los únicos que recuerdan quién fue el último en tocar, no saben lo que es la periferia y tienen cierta tensión con los festivaleros de día: "los últimos fueron lo mejor, te los perdiste", aseguran. Viven del refrán que recuerda que los últimos serán los primeros.