Ibiza vuelve a soñar rock

Ibiza no siempre se pareció a lo que ahora es, a esa imagen que proyecta afuera de sesiones de música electrónica a lo largo de kilómetros de playa o en discotecas comandadas por DJ’s célebres que, como David Ghetta, pueden llegar a cobrar hasta medio millón por noche; o directamente por celebridades que no necesitan pericia en la cabina para congregar multitudes saltando, como Paris Hilton. Pero existe una alternativa: el festival de pop-rock Sueños de Libertad, que celebra su tercera edición a partir del próximo 20 de abril.

“En Ibiza hay otra necesidad”, comenta Adrián Rodríguez, director del festival. “Como ibicenco que soy, puedo decir que hay otra imagen de Ibiza que la gente afuera no conoce. La isla necesita una propuesta diferente a las discotecas y esa imagen es la que queremos dar a conocer”, añade.

De esta forma, haciéndose hueco antes de que la temporada alta traiga más house y antes también de que el verano plague la agenda de festivales, se celebra Sueños de Libertad los próximos días 20, 21 y 22 de abril. Resonarán guitarras, baterías y voces. De la gamberra de Leiva e Iván Ferreiro a la de gato de Zenet, del rock de Corizonas, Los Zigarros o Amaral al indie de Sidonie o la fusión de Depedro y Amparanoia. “Estamos creciendo muy rápido”, comenta su director, que se metió en esta aventura festivalera hace tres años por su amor al rock que venía de lejos. “Tenía una sala de conciertos en la que tocaron Coque Malla, Juan Perro, Xoel López… Pero siempre quise hacer algo más grande. Cerré la sala y monté el festival. La primera edición fue solo un día y ahora son tres días y con artistas de primer nivel”.

Esta es la edición más ambiciosa del certamen, que aumenta su capacidad hasta cerca de los 5.000 asistentes y se celebrará en el paseo marítimo de Sant Antoni de Portmany, Ibiza, exactamente en la Playa del Arenal. Además, trata de situarse en el poblado mapa de festivales como uno de los primeros de la temporada. Para ello, apuesta por un formato similar al Sonorama Ribera y cierra su programación bajo el criterio del indie rock y pop nacionales, aunque cuenta con interesantes propuestas internacionales como Kitty, Daisy & Lewis y Fantastic Negrito, ganadores del Grammy al mejor álbum de blues contemporáneo.

Sueños de Libertad encaja con la larga tradición rockera de Ibiza, que se olvida ante la fama actual de isla discotequera. Cuando Ibiza fue descubierta allá por los sesenta—para artistas, músicos, y para el turismo por ende, se entiende—, lo que se esperaba que brindara no era sino el color de sus paisajes y el del Mediterráneo fulgiendo y la fantasía rebelde de que en aquel lugar la fiesta, el relajo, podía ser de veras una forma de vida. Fue en Ibiza donde Bob Marley ofreció su único concierto en España. Después, acompañado de 19 amigos rastafaris, siguió de fiesta durante días en unos jardines. Noel Gallagher compró en 1999 la casa que desde hacía largos años poseía en la isla Mike Oldfield. Luego, cuando James Blunt se mudó a su lado, la puso a la venta y salió huyendo. Nico, cantante de The Velvet Underground y musa de Andy Warhol, se corría juergas ahí con Frank Zappa, King Crimson, Jimi Hendrix o Eric Clapton.