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El disco de la semana | Damage and Joy
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Nuevo, pero no tanto

Lo que tenemos aquí es el disco de una banda vieja pero no demasiado El último trabajo de The Jesus And Mary Chain obtiene 7 sobre 10

Xavi Sancho

Durante la segunda mitad de los años ochenta, estar en un Instituto y declararse fan de The Jesus And Mary Chain era similar a lo que es hoy estar en la ESO y llegar a clase con el último modelo de iPhone antes de que se ponga a la venta en España. Tenían relato, discurso, imagen y canciones. Antes de que el concepto aspiracional sirviera para vender hasta aspiradoras, ellos fueron ese grupo que querías que te gustara.

THE JESUS AND MARY CHAIN

Damage and Joy.

Sello: Artificial Plastic / Warner.

Calificación: 7 sobre 10.

Se elevaban por encima de todas esas otras bandas de las que deseabas ser un fan genuino porque veías que, en su caso, estabas solo a otro par de escuchas de Taste of Cindy de hacerte seguidor no impostado. Vestían de negro, hacían mucho ruido, estaban siempre enfadados.

Más de tres décadas después de su formación y eclosión y 18 más tarde de la última vez que se presentaron con nuevos temas, los escoceses editan Damage and Joy. Se hallan hoy ubicados en ese extraño lugar en el que la historia almacena a aquellas bandas que no fueron suficientemente universales como para poder ser clásicos o dinosaurios, pero tampoco suficientemente irrelevantes como para merecer ser rescatadas y celebradas como un ajuste de cuentas. Como si el contexto no fuera suficiente obstáculo, los Reid se enfrentan a su propia idiosincrasia: sus mejores discos eran aquellos en los que menos ganas parecía que tenían de estar ahí. Hoy sus fans ya no están para esas gaitas. El dinero que invierten en ellos ya no es de los padres, sino el de los hijos.

A pesar de tener todo esto en contra, Damage and Joy es un álbum que funciona. Formado casi en su totalidad por temas que han estado por ahí dando vueltas en diversos formatos, bajo dispares nomenclaturas e interpretados por distintos humanos, suena como una directa continuación de Munki, su último disco de estudio.

Ahí están todos los tics de la etapa tardía de la banda. Por un lado, temas alma punk que la edad ha dejado en rock y cuerpo ruidista. The Two of Us, Amputation o All Things Pass son ejemplos de este formato que, la verdad, suena mejor en canción que en descripción. Por otro lado están aquellas baladas y medios tiempos deudores de ese amago de éxito que tuvieron en 1994 con el single Sometimes Always, cantado a dúo con Hope Sandoval de Mazzy Starr. Aquella fantástica canción lideraba la aproximación a las botas de cowboy de los escoceses y fue la responsable de que el álbum que la contenía (Stoned & Dethroned) lo compraran miles de personas y, al día siguiente de haberlo escuchado entero, casi todos lo vendieran. Solo les gustaba el single.

Así pues, en esa línea están aquí la fabulosa Black and Blues, la más que notable Always Sad o Song for a Secret, un tema que se parece tanto a aquel single con la Sandoval que podrían los escoceses demandarse por plagio a sí mismos. Al final, pues, lo que tenemos aquí es un disco nuevo pero no tanto. De una banda vieja pero no demasiado. Con un puñado de temas buenos pero no brillantes y otros flojos pero no vergonzantes.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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