‘The Americans’, cuando los rusos eran el enemigo
Fox Life estrena la quinta temporada cuando la actualidad se llena de ecos de la Guerra Fría
The Americans se presentó como una serie retro. Cinco años más tarde, la historia protagonizada por Keri Russell y Matthew Rhys como un matrimonio de espías rusos infiltrados en los EE UU del final de la Guerra Fría ha ganado inesperada actualidad ante el aluvión de noticias sobre las relaciones de altos cargos estadounidenses y personas del entorno del presidente Donald Trump con el régimen de Vladímir Putin. “El momento no puede ser más retorcido”, ha dicho Joe Weisberg, creador de esta pequeña joya en que el espionaje se mezcla con las historias familiares, cuya quinta temporada estrena Fox Life en la madrugada del viernes (1.15) en versión original subtitulada —la versión doblada arranca el domingo 26—.
Más allá del clima político, lo que importa en The Americans son los lazos que unen a la familia Jennings, un matrimonio forjado por dos agentes soviéticos infiltrados en Estados Unidos y que tras tantos años viviendo esta doble vida no saben dónde están sus alianzas. “Por eso creo que nada en la serie ha cambiado a la vista de la administración Trump”, admite Russell a EL PAÍS. “Aunque ya es una ironía que los operativos soviéticos como nosotros fueran llamados ilegales, un término demasiado de moda estos días”, recuerda Rhys, su compañero de serie y también en la vida real. Detalles que en opinión de este galés de nacimiento acerca aún más The Americans a la realidad que lo que nunca estuvo esa otra popular serie de espionaje llamada Misión: Imposible.
Más allá de la actualidad política, Russell explica que en esta temporada The Americans estará más interesada por la vida de sus hijos en la serie, mostrando cómo les afecta esta doble vida y si se adentrarán en el mundo del espionaje. “Veremos el precio que esta familia tiene que pagar”, resume misteriosa. Para Rhys el punto de conflicto está entre Philip y Elizabeth, los dos espías soviéticos protagonistas. “Él siempre se cuestiona si quiere abandonar su bandera y ella está segura de que no. Y eso sí que es un drama. Especialmente porque la unión entre nuestros personajes nunca ha sido más estrecha. Son ellos contra el mundo”.
La quinta temporada también trae consigo otro drama importante: es el principio del fin. Como Weisberg anunció a la prensa con anterioridad, The Americans concluirá el próximo año. “Estoy segura de que será un shock pero no quiero ni pensarlo porque además no nos han dicho a dónde vamos”, comenta Russell, que desea para The Americans un buen final, un adiós “con sustancia” como el de Breaking Bad. “No quiero acabar en la nada”, agrega.
Sin que tengan nada que ver en su trama Russell no es la única que compara The Americans con esa otra joya de la televisión reciente. Ambas disfrutaron de una audiencia muy limitada, aunque en el caso de Breaking Bad fue creciendo hasta convertirse en todo un fenómeno en su recta final. The Americans comenzó con tan solo tres millones de espectadores en su arranque en EE UU y para el final de la cuarta temporada llegaba a su punto más bajo. Pero la crítica es unánime al resaltar su calidad y la serie está encontrando una nueva vida en otras plataformas como Hulu, Amazon o Netflix. “Los cimientos que hemos construido en estos cuatro años son tan sólidos que con un pequeño toque en la quinta temporada puedes darle un giro brutal a la trama”, adelanta Rhys.
Al igual que hizo la temporada anterior, el actor confirma que este año volverá a dirigir un episodio, el séptimo. “Siempre pensé que era una gran idea porque es alguien que pone una gran atención al detalle y capaz de resolver problemas”, le defiende su compañera. El actor prefiere describir sus incursiones como director como las de alguien que tiene “una caja de fuegos artificiales” a su disposición, algo peligroso y fascinante a la vez. Pero como recuerda Rhys, “nada es sencillo en The Americans”.
La otra familia
Mientras la quinta temporada de The Americans tiene la vista puesta en Paige Jennings (interpretada por Holly Taylor), la hija de los protagonistas, y su noviazgo con el hijo de su vecino y agente de la CIA, la pareja de actores tiene toda su atención en su hijo en la vida real Sam, que aún no tiene un año. "De ahí que nosotros hayamos envejecido 10", bromea Keri Russell. "20", sigue él. La actriz, quien ya tenía dos hijos de su anterior matrimonio con Shane Deary, ahora se siente más como parte de "una pequeña tribu", como los Jennings. "Nunca fue más fácil desconectar de la serie. Solo tienes que llegar a casa y el circo te espera", se ríe Rhys.
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