De estrella de YouTube a protagonista en Netflix

Miranda no tiene talento alguno, pero lo desconoce y no acepta críticas. A pesar de que canta fatal, es desagradable, no sabe hablar y tiene un serio problema de empatía hacia cualquier ser vivo, su objetivo en la vida es la fama, y esta está al otro lado de la pantalla de su ordenador. Aunque igual la clave de un posible éxito está en ser así. Miranda nació en 2008 en Internet y su verdadero nombre es Colleen Ballinger (California, 1986), actriz, cantante, comediante y, desde aquel año, estrella de YouTube. Ballinger se inventó un personaje en la web de vídeos como parodia de tanta y tanta gente que ha intentado hacerse famosa con grabaciones caseras. Al final se convirtió en una celebridad y, juntando sus dos perfiles, el de ficción con Miranda Sings y el suyo personal y profesional (PsychoSoprano), suma 11,5 millones de suscriptores en YouTube, 8,9 millones de seguidores en Instagram y 3,6 millones en Twitter. Ahora Netflix le ha dado una serie que, de momento, cuenta con una primera temporada de ocho episodios: Haters Back Off!.

"Cuando comencé con el personaje, mi intención era solo hacer el tonto y divertirme con la idea de que la gente subía vídeos, sin vergüenza alguna, aunque no tuviese talento", dice la actriz durante un descanso del rodaje de la serie en Vancouver (Canadá) la pasada primavera. "Con el tiempo me di cuenta de que, de forma inintencionada, estaba mandando un mensaje a la gente joven de que puedes ser tú mismo y que no hay nada de malo en ser raro y tener confianza en uno mismo". La fama de Ballinger, como Miranda y como ella misma, fue creciendo junto a otros youtubers que se dedican a hablar sobre su vida, a comentar temas de estilo, música, tutoriales diversos o trucos de maquillaje, como Zoella, Tyler Oakley, Joey Graceffa o Joshua David Evans (con el que estuvo casada un año, una relación que compartieron desde el primer minuto hasta el divorcio con todos sus seguidores a través de vídeos).

La serie, cuyo título traducido al castellano sería Los que me odiais, apartaos, cuenta el ascenso de Miranda como estrella de Internet pese a su falta de talento. Ballinger cuenta que todavía hay gente que piensa que Miranda es real, aunque el personaje cada vez se ha vuelto más paródico y exagerado: "Aún así sigo recibiendo muchos comentarios de odio en plan 'eres muy fea', 'cantas tan mal', algo que me entretiene, pero de alguna forma hay gente que sigue pensando que es real". Pero no solo Miranda tiene enemigos que la odian, Ballinger también: "Cuando comencé a recibir correo de odio me afectó negativamente, la gente atacaba a mi familia, a mis amigos y eso fue muy duro. La gente puede decir lo que quiera sobre mí, con eso estoy bien, pero si atacan a la gente que quiero, eso es muy duro".

La familia es una parte importante de la serie y lo que aporta de más respecto al personaje de YouTube. En Internet, Miranda cita a su madre y a su tío, pero nunca se les ve. En la serie de Netflix, interpretados por Angela Kinsey (Angela en The office) y Steve Little (actor y guionista de Hora de aventuras) son personajes elementales para la historia. "Llevaba mucho tiempo sabiendo que quería hacer esta serie y he estado apuntando a los personajes de la madre y el tío de Miranda desde hace ocho años, pero no los he mostrado sabiendo que llegaría este momento", comenta Ballinger. "Me junté con unos guionistas estupendos y mi hermano, que es mi coguionista y coproductor, y empezamos a hablar del contenido de la serie y cómo queríamos cruzar internet y las redes sociales con los medios tradicionales, estuvimos pensando dónde estaría mejor, quien lo haría mejor, y nuestro sueño era Netflix. Es una locura que hayamos tenido la suerte de acabar aquí".

Miranda es Ballinger

Colleen Ballinger no solo ha aprendido a vivir de su personaje, Miranda, sino a convivir con él. Y es que parte de Miranda está basado en la propia Colleen: "De adolescente era rara, muchas de las cosas que salen en la serie [un jersey horrible con un gato, figuras de porcelana por toda la casa, objetos brillantes] eran mías", cuenta la actriz. "Era algo diferente, me gustaba el teatro musical, cantar, el arte, tenía una gran imaginación. En el instituto no encajaba, solo tenía una amiga muy cercana, nos escondíamos detrás de un arbusto y comíamos allí".

Ballinger está a punto de cumplir 30, pero no quiere que Miranda tenga una edad: "Nunca le he dado una edad específica porque no quiero ponerme en contra de ningún grupo de edad. Hay niñas de nueve años que se sienten identificadas y veinteañeras a las que les pasa lo mismo", dice sobre el personaje. "Miranda recibió su educación en casa [al igual que la actriz]  nunca se gradúa, así que el espectador puede decidir qué edad tiene. En mi mente yo lo sé, pero me gusta dejarlo abierto a la interpretación".