Investigación en estado puro
En 'La España de Alá', Ignacio Cembrero se ha zambullido en una comunidad que engloba a un 4,6% de los 46 millones de habitantes de España
Ignacio Cembrero es uno de los grandes periodistas de investigación de este país y su obra La España de Alá es un formidable reportaje de investigación, de la primera página a la última, sobre el islam que vive entre nosotros. El autor se formó en el Líbano, para seguir en el norte de África, especialmente en la tierra de nuestros moros, Marruecos. Y cuando, a los cinco siglos de la Reconquista, se produce una especie de devolución de visita del norteafricano a la Península, el autor se adentra en un mundo que conocen bien los padres que tienen a sus hijos en colegios públicos, donde frecuentan a los descendientes de la inmigración, con especial concentración en Barcelona y Cataluña. Una realidad que, quizá, no forma todavía bidonvilles como en algunas ciudades francesas, pero sí crea guetos, entre la asimilación, en los casos más afortunados, o la reclusión más o menos voluntaria, en otros.
Hay en España 1,88 millones de musulmanes, que se dividen casi por mitades entre nacionalizados y conversos y los que mantienen su nacionalidad de origen. Estos últimos dicen encontrar en su mayoría dificultades de naturalización, aunque tengan los preceptivos 10 años de residencia legal para ello. Y, como documenta extensamente el autor, los ya nacidos en España sufren graves problemas de identidad, entre la sharía —ley coránica— y el laicismo, porque se sienten ajenos al mundo de sus progenitores, en una flotación de costumbres y derechos que les convierte en ‘merodeadores sociales, todo lo que favorece la búsqueda de refugio en la religión. El trabajo de investigación es particularmente susceptible de hacer salir ampollas entre los que se sienten afectados y, así, en medios de la Generalitat se ha criticado al periodista por subrayar, pero sin exageración ninguna, la existencia de una gran densidad islámica en Cataluña, a cuyos integrantes los medios independentistas han cultivado, porque creían poder hacerles pasar directamente del árabe marroquí al catalán, con una mínima impregnación del castellano.
Ignacio Cembrero se ha zambullido en una comunidad que engloba a un 4,6% de los 46 millones de habitantes de España, pero que desde 2005 ha crecido un 227%, y que en una década podría hasta doblar su número. Y el gran servicio de esta obra, aparte de un incomparable caudal informativo, es que nos alerta sobre lo que es hoy tanto una oportunidad como un problema: la necesidad de una integración en la que ambas partes sean capaces de ceder, so pena de que se enquiste en Cataluña y en el resto de España de un extrañamiento del que todos saldríamos perjudicados.
La España de Alá. Ignacio Cembrero. La Esfera de los Libros. Madrid, 2016. 389 páginas. 21,90 euros
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