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Luto púrpura en el refugio de Prince en Minnesota

Decenas de personas rinden tributo al músico frente a Paisley Park, su complejo en el que murió

Homenaje al cantante en Los Angeles.Foto: atlas | Vídeo: KEVORK DJANSEZIAN (AFP) / ATLAS

Con su muerte, el refugio de Prince se ha convertido en su santuario. Decenas de personas se concentraron la noche de este jueves en el acceso a Paisley Park, el complejo residencial y profesional del músico estadounidense en Chanhassen, un pueblo a las afueras de su Minneapolis natal.

Es un luto púrpura. El color icónico de Prince se proyecta en la pared de uno de los edificios blancos del complejo. También es el protagonista de las decenas de globos, flores y dedicatorias depositadas en las rejas que delimitan la entrada a las instalaciones. Paisley Park está en una calle típica de suburbio estadounidense, rodeada de edificios bajos de empresas. Los numerosos coches aparcados y los camiones de las televisiones estadounidenses revelan la anormalidad.

El ambiente es una combinación de espectáculo e incredulidad. No hay rastro de la energía que Prince desplegaba en los escenarios. Sus seguidores todavía están digiriendo su inesperada muerte a los 57 años. Pero hay reflejos de su magnetismo. El flujo de gente que llega -una amalgama de jóvenes y personas de cuarenta y cincuenta años con hijos pequeños- está ansioso por tomarse una fotografía con Paisley Park de fondo, por dar prueba de que ha acudido a este memorial improvisado. Frente a las rejas, hay decenas de puestos de conexión en directo de televisiones.

"Te echamos de menos"

"Te echamos de menos querido Prince. Los Pai", ha escrito Gopalla Pai, de 50 años, en una extensa pancarta blanca apoyada en la reja y repleta de dedicatorias. Pai nació en India y vive en Minneapolis desde hace 20 años. Dice que la música de Prince ha marcado su vida. Ya le gustaba en India pero en EE UU se afianzó. "Significa mucho para mí. He hecho de la música mi pasión", explica.

Pai le da el rotulador que comparten entre todos a Emma Rothwell. Tiene 17 años y admite que conocía "solo un poco" la música de Prince hasta el pasado octubre cuando asistió a uno de los conciertos privados que le gustaba ofrecer al virtuoso de la guitarra, piano y batería. Rothwell conducía un día por delante de Paisley Park y vio que había muchas luces. Preguntó qué sucedía a unas personas que esperaban en la entrada principal y descubrió que en un par de horas Prince iba a ofrecer un concierto en que cantó y tocó el piano ante unas 70 personas. "Fue increíble", dice la chica. Cuenta que su padre es un enamorado de Prince.

Un refugio en el medio oeste americano

Prince Rogers Nelson, nacido el 7 de junio de 1958, fue hallado sin pulso esta mañana en Paisley Park. Los médicos trataron sin éxito de reanimarle. La semana pasada había sido ingresado de urgencias por padecer, según la descripción de sus representantes, síntomas gripales. Se desconoce la causa de su muerte. Sin embargo, la página web TMZ, dedicada al mundo de las celebridades y quien primero informó de la muerte del astro, publicaba anoche que la muerte se debía a una sobredosis por opiáceos, pero sin citar fuentes solventes.

Prince se hizo construir en 1985 un recinto en este pueblo de 20.000 habitantes y apacibles calles residenciales al suroeste de la urbe que componen Minneapolis y Saint Paul, en el Medio Oeste de Estados Unidos. Receloso de su intimidad, buscaba levantar un refugio, el lugar en que nadie le molestara, y su creatividad y sus caprichos pudieran andar sueltos.

Con tres estudios de grabación, dos salas de concierto y una zona residencial, Prince se recluía en Paisley Park. Los vecinos respetaban su privacidad. Y él se lo recompensaba con conciertos esporádicos dentro o en algún lugar de Chanhassen para un grupo reducido de seguidores. Se anunciaban por boca a oreja con pocas horas de antelación.

El músico -con registros que iban del funk y el rock al R&B y el pop- se instaló en Chanhassen en la cima de su fama: al año después del estreno de la película y álbum Purple Rain por el que ganó un premio Oscar y vendió 13 millones de copias solo en EE UU. Allí permaneció buena parte de su tiempo hasta su repentina muerte.

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