Jon Sistiaga rompe tabúes en #0

"Si buscas mi nombre en Google, aparezco fichado como criminal sexual". Ted Rodarm, acusado de abusar de una menor en 1998, está en lo cierto. La primera entrada en el buscador redirige a un archivo en el que están inscritos, de por vida y aunque ya hayan cumplido su condena (como es el caso de Rodarm), todos los agresores sexuales conocidos en Estados Unidos. El suyo es uno de los testimonios que recoge Jon Sistiaga en Infancias robadas, el primero de una serie de documentales que este jueves emite #0 (22.00) con el nombre de Tabú, y que trata, según el periodista vasco, "sobre aquello de lo que no nos gusta hablar o que no queremos asumir".

Sistiaga es consciente del reto: "Tabú es un programa sobre el que yo no quiero que la gente me diga 'Me ha gustado'; yo quiero que me digan 'Me ha estremecido', 'Estoy flipando, 'Estoy dudando', 'Estoy reflexionando'...". El primer documental (cuatro capítulos sobre los abusos sexuales a menores) sirve ya como declaración de intenciones. El primer episodio, Expiación, se centra en los testimonios de los criminales. A este seguirán las siguientes semanas Perversión, Duelo y Monstruo. En ellos se mostrará cómo funciona la pornografía infantil en Internet, se escuchará el testimonio de familias de niños desaparecidos y, finalmente, Sistiaga entrevistará a Luis Alfredo Garavito, un asesino en serie que abusó sexualmente y mató, según el vasco, "a 200 niños".

Otros temas en los que está trabajando Sistiaga para la serie son el terrorismo, la muerte, la violencia machista y la lucha contra las drogas. A la crudeza de los temas se suma la forma de la narración, con influencias de ficciones como True detective, Fargo y El silencio de los corderos. "De lo que se trata", aclara el periodista, "es de que el público tenga la sensación de no saber si está viendo un documental o una nueva serie cojonuda".

Los documentales, que constarán de entre tres y cinco episodios cada uno, se emitirán de forma trimestral, según el director de #0, Fernando Jerez. La serie está producida por La caña brothers y letra de la cabecera está compuesta e interpretada por Enrique Bunbury.