Pedro Picapiedra y Scooby-Doo para los niños del siglo XXI
La editorial DC cómics actualiza los personajes de Hannah Barbera a los nuevos tiempos
Un Scooby-Doo robótico y su equipo luchan por salvar el mundo del apocalipsis. Penélope Glamour, Pierre Nodoyuna y el resto de Autos Locos compiten en una carrera a muerte con coches a lo Mad Max. Los Picapiedra hablan de los problemas de la sociedad de la comunicación. En pleno ataque de nostalgia colectiva, ha llegado el momento de actualizar la infancia de varias generaciones y revitalizar para el siglo XXI la inmensa cartera de personajes de la productora Hannah Barbera. Durante décadas, sus dibujos coparon la parrilla televisiva. Ahora —por el momento al menos— sus nuevas aventuras se limitarán al mundo del cómic.
“Si estos personajes fueran creados hoy, ¿cómo serían interpretados?”, esa es para el editor Dan Didio la base de esta nueva línea de DC comics, que pone a trabajar en esta reinvención a algunos de los primeras espadas de la editorial: “Pese a que haya tanto material en la cultura popular en estos momentos, estos personajes siguen capturando la imaginación de los seguidores. Queríamos dar una versión diferente, acorde a los tiempos”.
El primer lanzamiento durante 2016 incluirá series como Scooby Apocalypse, de Jim Lee, Keith Giffen y Howard Porter, “la joya de la corona”; Los Picapiedra, de Amanda Conner y Mark Russell; Wacky Races Land (El mundo de los Autos Locos), de Mark Sexton (diseñador de Mad Max: Fury Road) y Ken Pontac, y Future Quest, donde Jeff Parker y Eva Shaner mezclan personajes de diferentes series de aventuras y superpoderes de Hannah Barbera como Space Ghost y Johnny Quest. “Un escándalo”, bromea Lee.
“No queríamos repetir lo visto en el pasado. Es muy importante convencer al público que no conoce los personajes para que disfruten del material por primera vez. Queremos hacerlo accesible a todos”, explica Didio.
Pocos productores son tan influyentes en la historia de la televisión como William Hannah y Joseph Barbera, más conocidos por el nombre de Hannah Barbera, productora donde exprimían toda su creatividad tras haber creado Tom y Jerry en MGM. Durante tres décadas, se apropiaron de la industria con personajes como Huckleberry Hound, los Picapiedra, lo Supersónicos, Don Gato, Maguila Gorila, la Hormiga Atómica, Scooby Doo, el oso Yogi y la gran mayoría de los dibujos animados que conquistaron las mañanas de los fines de semana.
Para el guionista y editor Lee el objetivo está claro: “Queremos que las historias no estén limitadas a los niños”. Pero muchas de las series ya estaban en sus orígenes dirigidas también un público adulto. Los Picapiedra, una sitcom ambientada en la era de las cavernas cuyo mensaje era en realidad un comentario social sobre los sesenta, o Johnny Quest, por ejemplo, se emitían en pleno prime time, un espacio que actualmente solo está reservado para series claramente adultas como Los Simpson o Padre de familia.
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