Paco Camarasa: "Hay una nueva novela negrocriminal en el mundo"
El comisario de BCNegra observa una tendencia simultánea a lo global y a lo local
¿Hay una nueva novela negra? ¿Un nuevo estilo, ha evolucionado lo negro?
Hay una nueva novela negrocriminal en el mundo, porque éste se ha hecho más global pero también más local. Y cada autor que se acerca al género tiene que aportar algo en alguno de los tres escenarios de una novela negrocriminal, en lo que podría ser una separación de la vieja dicotomía novela negra versus novela enigma
A) La novela de personaje. Tiene que tener alguna característica especial: El comisario Camille Verhoeven, el asesino en serie doble y que no asesina, de James Carroll. Después, con ese personaje haremos novela negra, novela enigma o novela psicológica
B) La novela de trama. El Thriller moderno, trufado de tecnología, tanto para información como en las mesas de las autopsias o la escena del crimen, tiene que cuadrar todos los elementos del rompecabezas, de la trama y las subtramas necesarias. Depende de la complejidad puede ser que el protagonista no pueda repetir en otra novela.
C) La novela de atmosfera. No hay investigación, ni por tanto investigación, ni polis, ni detectives.. En ocasiones no está claro que haya delito, como en Presagios de Karim Fossum. Un día volveré,de Juan Marsé es una de las mejores novelas negrocriminales en castellano, según nosotros, los de negra y Criminal. Algunos relatos y o novelas de Hihgsmith, en los que no sale Ripley, por ejemplo.
¿Ha ampliado fronteras, temas?
Como que la narrativa negrocriminal evoluciona en la medida que evoluciona la realidad, va incorporando temas, por ejemplo novelas donde el Alzheimer ( hace diez o doce años no se sabía bien que era) es el elemento clave de la novela. Al menos habría ya cinco novelas con Alzheimer.
Nuevas geografías, desde la Laponia y el mundo sami, de Olivier Truc, a novelas que trascurren en países subsaharianos, o en los profundos bosques del Canadá
¿Ha dado un salto de calidad?
Ha demostrado que tienen calidad literaria y de argumentos suficiente como para ser considerada por la Crítica y la Academia. La narrativa traducida que es la que leo y la narrativa en castellano, de calidad, que es la que leo es, por géneros, la que más ha dado un salto de calidad notable. Lo lastra los intereses a corto plazo de la miope industria editorial que siempre trata de aprovecharse de las modas. Y en las modas hay de todo bueno, malo y medio. Hay más calidad, pero al haber más cantidad, también hay más mediocridad.
¿Ahora cabe la fantasía, la historia?
Las reglas clásicas del género sin muy flexibles y permiten, la fantasía, la ciencia ficción, la historia...
¿Es novela social?
Una parte importante, la que llamaríamos noir o novela negra, tiene vocación de narrativa crítica, de denuncia, social. Pero incluso la que no tiene esa vocación de denuncia clara, tiene un componente social, en el sentido de describir la realidad social. Ya no se mata como en los primeros tiempos de la P.D. James, y lo que entonces llamaban Brigada Técnica, la que acudía a la escena del crimen y el trabajo posterior, ahora se llama Policía Científica y los avances tecnológicos cambian la forma de investigar. Pero no se investiga igual en Los Ángeles que en Sicilia o en Osaka.
Lo que no debe ser nunca la novela negrocriminal es aburrida, insulsa, sin ningún vértice de interés.
¿Cuáles son sus referencias?
De Chile: Ramón Diaz Eterovic y su detective Heredia. Lo más parecido a Carvalho de la narrativa negrocriminal actual. De Argentina: Guillermo Saccomano, Claudia Piñeiro, Horacio Convertini. Argentinos pero residentes en Espana: Marcelo Lujan, Ernesto Mallo, Matías Néspolo, Carlos Salem. De Perú: Santiago Roncagliolo. De Colombia: Sergio Álvarez. De México: Martín Solares, Bernardo Fernández, F.G. Haghenbeck, Augusto Cruz y, claro, Elmer Mendoza. De Cuba: Naturalmente Laonardo Padura.
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