La revolución de ‘Transparent’

En un año pueden pasar muchas cosas. Y en el caso de Transparent, los últimos doce meses han traído un mundo de cambios. O quizá es al revés y la serie que ideó Jill Soloway inspirada en su propia familia es la que ha cambiado al mundo. “Pasamos de ser una serie rarita a un fenómeno cultural internacional”, afirma la guionista y responsable de la ficción cuya segunda temporada Canal + Series emite hoy al completo desde las 17.00. Ganadora del Globo de Oro y del Emmy a mejor comedia (ambos honores que también ganó Jeffrey Tambor como mejor actor de comedia), Soloway habla además de otras victorias. “No me lo podía creer cuando Caitlyn Jenner me llamó para asegurarme que Transparent le había ayudado en su transición”, añade.

La que fue guionista de A dos metros bajo tierra sabe que Transparent es televisión. Una ficción inspirada en la realidad que rodeó a la transición sexual de su padre cuando anunció a su familia que era un transexual y donde los protagonistas son la familia Pfefferman, fruto de su imaginación. Pero los transexuales que siguen Transparent, sus familiares, las personas que les rodean, sí son de carne y hueso. Y Soloway no se puede sentir más contenta con el cambio que Transparent ha motivado.

“Recuerdo que hace un año, en una entrevista, le dije a un periodista eso de que no hace falta tener vagina para ser mujer ni tener pene para ser hombre pero luego le llamé para que lo quitara. No quería ser malinterpretada. Ahora estoy orgullosa de decirlo porque es la realidad”, asegura.

Caitlyn Jenner no es la única que sigue la serie. En la cabalgata que organizó la asociación de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales en Los Ángeles, la serie tenía su propia presencia (desde la que aprovechó para reclutar a numerosos extras). Durante la Comic Con de San Diego, fueron muchos los hombres vestidos de mujer emulando a la protagonista, Maura Pfefferman. Y su popularidad les ha garantizado una tercera temporada antes de emitirse la segunda. “¿Cuántas series pueden decir eso en el panorama televisivo actual? Transparent es una revolución”, sentencia Tambor orgulloso de que le hayan dado la oportunidad de sobresalir como actor heterosexual haciendo de mujer.

Para Tambor, Transparent va más allá de la comunidad transexual. “La familia Pfefferman se comporta en un restaurante exactamente igual a como lo hace mi propia familia, y eso que son judíos ortodoxos”, apunta para subrayar la cotidianidad de las situaciones que aborda la serie. Algunas son circunstanciales, como el “horror” al que se tiene que enfrentar Maura a la hora de escoger el cuarto de baño adecuado a su género según la sociedad en la que vive. Otros temas de esta temporada van más allá, recogiendo por ejemplo las discusiones de grupos feministas que critican a los transexuales por perpetuar la imagen de la mujer contra la que han luchado durante décadas. “Maura discutirá con las feministas sobre si es o no es una verdadera mujer”, confirma Soloway.

Transparent no solo se centrará en su protagonista sino en aquellos que la rodean, especialmente su esposa Shelly (Judith Light). Aunque las estadísticas muestran que son muchas las parejas que cuestionan su sexualidad cuando su acompañante cambia de sexo, en la serie Shelly se mantendrá fiel a sus gustos y al que fue su marido. “Cuando te enamoras, te enamoras de una persona, no de su sexo”, resume Light.

Feminismo transexual

La transexualidad está en su título y en su protagonista. Pero Jill Soloway defiende que Transparent es, ante todo, una serie feminista. Y la escasez de hombres en su reparto así parece corroborarlo. "No se me escapa la ironía de que siendo una feminista que se ha pasado toda la vida intentando hacer una serie feminista finalmente lo he conseguido dándole el papel protagonista a una mujer que es interpretada por un hombre", se ríe. La tercera temporada contará con más varones en el reparto pero de momento su foco de atención sigue puesto en la mujer. "En nuestra sociedad solemos hablar solo de sexo cuando se trata de alguien por debajo de los 40 pero las mujeres mayores no estamos muertas", adelanta Judith Light.