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Paradigma Guttmann

El ‘biopic’ de la BBC ‘The Best of Men’ sobre el neurocirujano se emite en TV3 y La 2 de TVE

El actor Eddie Marsan (en el centro) da vida al doctor Ludwig Guttmann en 'The Best of Men'.
El actor Eddie Marsan (en el centro) da vida al doctor Ludwig Guttmann en 'The Best of Men'.

Guttmann, apellido centroeuropeo, hoy se asocia a un pequeño puñado de prestigiosos hospitales ya convertidos en referencia internacional y en los que se trata a pacientes con lesión medular. El origen de estas clínicas, así como de algunas unidades ‘guttmann’ en hospitales generalistas, hay que buscarlo en el doctor Ludwig Guttmann (1899-1980), judío exiliado de la Alemania Nazi a Inglaterra, donde, tras ser acogido en 1938 por las instituciones públicas, se incorpora en 1944 a trabajar en un hospital militar en el que cambia el paradigma y el pronóstico para este tipo de enfermos que hasta entonces tenían una tasa de mortalidad del 80% en los primeros tres meses tras sufrir la lesión y cuyo único futuro, cuando lo había, era permanecer postrados en una cama hasta que las infecciones, muchas veces producidas por úlceras provocadas por la inmovilidad, acababan con sus vidas.

Esa batalla no fue fácil y es la que se plasma en el biopic titulado The Best of Men (Els millors homes/Los mejores hombres), producido en 2012 por la BBC.

El Institut Guttmann, único centro hospitalario del estado español y uno de los pocos europeos inspirado en las técnicas de este médico, considerado el mejor neurocirujano alemán en los años 30 del siglo pasado, ha comprado los derechos de emisión en España de la película The Best of Men, en la que la cuidada e inteligente dirección de Tim Whitby y la brillante interpretación del actor británico Eddie Marsan, sin la más mínima concesión al lagrimeo, ni a trucos emocionales, hacen de este filme una propuesta que hay que tener muy en cuenta, no solo por parte de los interesados en el tema, sino también por los consumidores del cine más riguroso y de factura impecable.

La película —doblada y subtitulada al catalán y castellano, y que se emitirá hoy en TV3 (16.10) y el 5 de diciembre en La 2 de TVE (22.00) dentro de la campaña Concienciados por la discapacidad— muestra cuál fue el origen y embrión de los Juegos Paralímpicos, creados por Guttmann, y cómo sus tratamientos médico-quirúrgicos son prácticamente iguales a los actuales. En las siete décadas transcurridas han cambiado elementos cuya evolución dependía de las tecnologías, como pueden ser las ayudas técnicas y el material terapéutico de ortopedia, pero no así el tratamiento de los pacientes, cuyo objetivo final es su incorporación a una vida normalizada fuera del centro hospitalario y, en algunos casos, como si de un oxímoron se tratara, convertir al enfermo inmóvil en todo un generador de actividad física.

“Lo más revolucionario del doctor Guttmann continúa siéndolo hoy, ya que se trata de un tratamiento holístico e integral, que se centra no tanto en la enfermedad, sino en la persona”, señala el doctor Josep Ramírez, director gerente de la Guttmann española, clínica situada en Badalona (Barcelona) y que este mes celebra el 50 aniversario de su creación.

“Él consideró esencial tener en cuenta aspectos físicos, psicológicos y sociales del enfermo, sin olvidar otros elementos innovadores, y que aún hoy continúan teniendo su singularidad, como es que el paciente dependa de un equipo interdisciplinar, y que la instrumentalización de todo un trabajo tenga como resultado la incorporación de ese individuo en la sociedad, donde pueda desarrollar su estilo de vida. A todo ello hay que añadir que contara con el deporte como elemento socializante”, apunta Ramírez, quien sostiene que los objetivos del doctor Guttmann siguen intactos: “Los mantenemos con dignidad y esfuerzo, y no es fácil en esta sociedad tan tecnificada”.

Cambio en el tratamiento

A finales de la Segunda Guerra Mundial, el doctor Guttmann llega al hospital Stoke Mandeville (Buckinghamshire). Allí se horroriza al encontrar a los pacientes con lesión medular inmovilizados, profundamente sedados y algunos moribundos a causa de las úlceras de presión. Comienza un nuevo tratamiento, elimina sedantes y entra en conflicto con el equipo médico, el personal de enfermería y los propios pacientes.

Esa oposición termina cuando los hospitalizados se ven tratados como personas y no como enfermos y se les hace participar en la vida social. Acabada la guerra, Guttmann organiza las primeras competiciones deportivas en silla de ruedas y en 1966 se le nombra Caballero del Imperio Británico, por “llevar la esperanza a los desesperados”.

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