Del fango
En 'Salvados', Umberto Eco se atrevió a definir el momento actual de los medios de comunicación, o al menos de la mayoría, como “la máquina del fango"
Fue Umberto Eco el que se atrevió a definir el momento actual de los medios de comunicación, o al menos de la mayoría, como “la máquina del fango. Un modo de deslegitimación del adversario mostrando aspectos secretos de su vida”, y lo hizo en el programa Salvados del pasado domingo (2.553.000 espectadores). Lo curioso del caso es que los periodistas que convocó el programa, negándolo, no dejaban de darle la razón a Eco.
Dos casos clamorosos de la capacidad de enfangar de la prensa en la tertulia de Évole fueron el de los 12,9 millones de euros que a juicio de El Mundo, tenía Xavier Trías en Andorra, lo que no se pudo probar y, pese a ello, su entonces director, García-Abadillo sigue manteniéndola sin enmendarla (“No nos metieron un gol porque no titulamos ‘Trías tiene una cuenta...’ sino ‘Investigan una cuenta...". Lo que deben de estar investigando un año después es a dónde fue a parar el balón que superó ampliamente la grada), y los cañonazos que La Razón lanzó contra Manuela Carmena y sus vacaciones de verano, informaciones que defendía la subdirectora, Pilar Gómez, pese a que el diario tuvo que rectificar. Que los medios hace tiempo que disputan con los políticos su papel es evidente. Lo que resulta significativo es que compartan la incapacidad de reconocer sus errores.
Y del fango al delirio, esta vez en la radio. El sábado, Isabel Gemio entrevistaba a Pablo Iglesias en Onda Cero. El líder de Podemos lleva unas semanas “como vaca sin cencerro”, por citar a Almodóvar. Ya nombró ministro de Defensa al general José Julio Rodríguez y ahora afirma que “creo que odian a la gente humilde. No soportan que un chico de Vallecas pueda ser presidente del Gobierno”, olvidando que Felipe González, por ejemplo, era hijo de un modesto vendedor de vacas en Sevilla.
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