John Berg, diseñador gráfico de portadas de discos

En la era de las descargas, aplicaciones y plataformas musicales el nombre de John Berg resulta extraño en el paraíso digital. Sin embargo, su trabajo como director de arte del sello discográfico Columbia señalaría la edad de oro del diseño gráfico de las portadas de álbumes. John Hendrickson Berg (Brooklyn, 1932) después de graduarse en Bellas Artes comienza a trabajar en diferentes agencias de publicidad y revistas como Esquire, la publicación que el creativo George Lois —el verdadero modelo Mad Men— ha llevado a la primera línea de las publicaciones con sus sorprendentes y provocativas portadas.

La fortuna se cruza en su camino cuando recibe una oferta para entrar a trabajar en el departamento de diseño del sello Columbia. La discográfica cuenta en su cantera con figuras legendarias del diseño gráfico como Alex Steinweiss, el hombre que le había dado al álbum musical su primera gran carta de naturaleza. Entre 1961 y 1985 —año de su retirada— Berg construye un poderoso relato gráfico, cerca de 5.000 portadas, en algunos casos en colaboración con fotógrafos como Richard Avedon, Jerry Schatzberg o ilustradores como Tomi Ungerer o Milton Glaser, que elevarán el diseño de portadas de discos a objeto cultural. Berg está detrás de la dirección de arte de buena parte de la discografía de Bob Dylan desde sus primeros álbumes para la CBS fotografiado por Don Hunstein, un profesional de la casa con el que colabora estrechamente. El retrato en vertical —rompiendo la clásica horizontalidad del álbum— de Dylan para el disco Blonde on Blonde —fotografía de Schatzberg— o el encargo de un póster de tinturas psicodélicas dibujado por Milton Glaser, el célebre cartel pop incluido en el álbum Greatest Hits (1967), fotografía a contraluz de Rowland Scherman, son algunos de sus hallazgos y que le reportan las primeras distinciones gráficas.

A lo largo de su vida Berg rechazó siempre la idea de estilo propio. “Nunca pensaba en la ejecución de un estilo a la hora de trabajar, solo trataba de encontrar una solución gráfica, un concepto para cada proyecto”, recordaba en una de sus últimas entrevistas con motivo de una exposición antológica.

Entre sus trabajos más populares se encuentra la portada del álbum Born to run de Bruce Springsteen después de conseguir vencer la oposición inicial del cantante —y de la editora a causa del presupuesto— que prefería una imagen más grave que la que finalmente aparecería: un Springsteen relajado apoyándose en el hombro de su saxofonista, Clarence Clemons.

O cuando eligió una fotografía de Barbra Streisand con su rostro surgiendo de la oscuridad, que los directivos temían que la diva rechazara y que finalmente se convirtió en una de sus portadas más celebradas reportándole un Grammy a la mejor dirección artística. Berg es también el responsable de la “marca Chicago”, las sucesivas portadas de la formación musical con su famosa tipografía que recordaba a la de la marca Coca-Cola y que aparecerá en los más variados diseños y texturas en la discografía del grupo.

El diseñador que había declarado “la imitación es la forma más sincera de halago” a raíz del plagio de algunas de sus portadas más icónicas, desaparecía el pasado domingo 11 de octubre en su casa de Southampton, Nueva York, a causa de una neumonía. Tenía 83 años.