La obra maldita de Lou Reed tenía sentido

Capricho de rock-star o tentativa de suicidio comercial, cuando en julio de 1975 aparece Metal Machine Music, se produce un hito del rock que solo el transcurso de las décadas irá desvelando. Con una engañosa presentación gráfica —la imagen en vivo del Lou Reed esquelético y teñido de rubio—, aquel impertinente álbum emite durante cuatro caras, de exactamente 16 minutos, un chirrido afilado y estridente, constante y acelerado. Las devoluciones hacen que las tiendas desaconsejen su compra y la multinacional RCA se ve burlada por un artista desnortado, que abusa de anfetamina y alcohol. Se lo han permitido porque acaba de lograr sus mejores ventas con el mundano Sally Can’t Dance, del que reniega. Nace así una influyente obra maldita.

“Tuve la idea de transcribir Metal Machine Music la primera vez que lo escuché’’, explica Ulrich Krieger (Freiburg, Alemania, 1962), quien en 2002 estrenó una versión orquestal con el conjunto Zeitkratzer. “Es un clásico, anterior a la música industrial y el noise. Pero, más que su influencia, me interesó la falta de orquestación de la pieza. Se trata de una mezcla de música contemporánea y free jazz con la esencia del rock; un homenaje al instrumento que más amaba Lou Reed, la guitarra, y un viaje al centro mismo del rock. Me interesan el sonido, los paisajes sonoros y la estructura, que es el ritmo a gran escala; no la armonía ni la melodía’’.

Metal Machine Music fue creado en los años salvajes de Reed, registrado antes del amanecer en un loft de Manhattan, pero había método en su presunta locura. Surgía de su pasión por el retumbante fragor del rock, explicaría Reed: “Llevaba las guitarras hasta la retroalimentación, y entonces dos oleadas de sonido chocaban entre sí causando nuevas sonoridades, una variedad de matices tan puros como las cuerdas que estaban vibrando. Sobre estos toqué algunas melodías y manipulé la velocidad a la que habían estado grabadas’’.

Es el eslabón perdido entre la música contemporánea clásica y el rock más avanzado”, según Ulrich Krieger

La tarea de Krieger, profesor de composición experimental en el California Institute for the Arts, consistió en escuchar el original intentando identificar los distintos sonidos y ver qué instrumentos podían traducirlos. Ayudado por Luca Venitucci, fueron acorralando frecuencias y tonos hasta plasmar aquel incordio en una partitura que sería interpretada por una orquesta de cámara. Descubrieron que no era una obra atonal, sino modal, basada en la afinación abierta de las guitarras y los distintos sonidos que se producían. También que los instrumentos de viento pueden emular la retroalimentación eléctrica.

“Mi adaptación parte de un álbum de guitarra eléctrica’’, razona Krieger. “Combina la libertad del free-jazz y la densidad y complejidad sonoras de la música contemporánea moderna con el poderío visceral del rock, lo que revela sus nexos: sonido, densidad, potencia. Quise también mostrar que Metal Machine Music es el eslabón perdido entre la música contemporánea clásica y el rock más avanzado’’.

Krieger ha presentado su versión en otras ocasiones, ya sin Zeitkratzer, cuyo líder, Reinhold Friedl, fue gradualmente abandonado por los miembros originales. “Ni siquiera sabía de la existencia de Metal Machine Music’’, se lamenta dolido Krieger. “No sabía quién era Lou Reed’’. Sin embargo, aquel estreno en Berlín es la única versión disponible de la ímproba labor de Krieger, quien formaría parte de las últimas bandas de Reed como saxofonista.

En las notas incluidas en el álbum original, su autor avisó de que la música contenida no era para todos los públicos y, taimado, afirmaba que su motivación desde los días de Velvet Underground no había sido tanto la aventura literaria de explorar asuntos tabú como tensar y ampliar los límites sonoros. “Le obsesionaba el sonido puro’’, concluye Krieger.

Metal Machine Music. The Amine B Ring: And Electronic Instrumental Composition. Lou Reed. Vinilo, RCA, 1975; CD/Blu-ray, Sister Ray Enterprises, 2010.

Lou Reed. Metal Machine Music performed by Zeitkratzer Live. Zeitkratzer. CD+DVD, Asphodel, 2007; vinilo+MP3, Karlrecords, 2015.