Las puertas del pasado vuelven a abrirse
'El Ministerio del Tiempo’ comienza a rodar su segunda temporada, que llegará en 2016
Dentro de una jaima, El Cid Campeador degusta manjares acompañado de un soldado de los Tercios, una universitaria del siglo XIX y Ambrosio Spínola, comandante del ejército español en la guerra de Flandes. “Necesito un plano corto del Cid”, dice uno de los asistentes a tan peculiar evento. El rodaje de la segunda temporada de El Ministerio del Tiempo ya ha echado a andar y EL PAÍS asiste a estos primeros pasos.
Pasillos con la iluminación justa y un fuerte olor a incienso dan la bienvenida al visitante a uno de los platós donde se graba la serie de TVE. Junto a la jaima se encuentran las famosas puertas del televisivo ministerio. El actor Nacho Fresneda repite una secuencia antes de que por detrás se oiga la inconfundible voz de Ramón Langa, quien da vida al carismático Spínola. A unos 150 metros, en otra nave se encuentra otro plató de la serie, donde se recrea el despacho de Salvador Martí (Jaime Blanch), el claustro del ministerio y la casa de Julián.
En los 13 nuevos capítulos de una de las series revelación de la temporada pasada, la patrulla del tiempo formada por Julián Martínez (Rodolfo Sancho), Amelia Folch (Aura Garrido) y Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda) volverá a viajar a otras épocas tratando de que la Historia se mantenga intacta. “En la Historia hay grandes lagunas, y ahí es donde entramos nosotros”, explica Javier Olivares, que habla con pasión de la serie que creó junto a su hermano Pablo, ya fallecido. El Cid, Cervantes y Napoleón son algunos de los personajes que aparecerán en los primeros capítulos y la gripe española de 1918 o los asesinatos de la madrileña calle de Grilo, entre 1945 y 1964, algunas de las situaciones tratadas.
Más capítulos pero con la misma esencia de los anteriores. “Sin perder la profundidad de los personajes, vamos a un concepto más de aventura, muy fresco, para poder seguir haciendo bromas e ironías. No podemos perder el tono del arranque de la serie, que tanto enamoró”, dice Olivares. Además, los primeros capítulos reunirán muchos guiños a los ministéricos, esa base fan tan numerosa y que tanto se movilizó durante la primera temporada en un fenómeno poco habitual en la ficción española.
La buena acogida de la primera temporada supone un peso extra de responsabilidad para los nuevos capítulos. “Hemos hecho una primera temporada de la que estoy súper orgulloso con unos medios muy justos y ahora hacemos una temporada más larga con unos medios igual o incluso más justos”, dice Olivares, que suma a la responsabilidad la tristeza de no poder contar con su hermano Pablo. “Él es el autor de la idea original. Hicimos la primera temporada en carne viva por Pablo, teníamos los sentimientos a flor de piel y salen las emociones en cada momento. Pero no podemos mantener esa exigencia emocional porque moriríamos, es una experiencia muy dura”, explica.
La nueva temporada cuenta con incorporaciones en el reparto como la de Hugo Silva, que se unirá en el segundo capítulo, y también en el equipo técnico y de guion, como el director de fotografía Migue Amoedo o varios fichajes para el equipo de guionistas que sigue supervisado por Anaïs Schaaff y Javier Olivares. De momento, solo hay escritos cinco capítulos pero las ideas para el resto y el esquema que tendrá la temporada están claros. “La idea va a seguir siendo la misma: que cada capítulo sea una sorpresa. Tenemos 13 capítulos pero no quiero hacer una serie de 13 capítulos, quiero hacer una serie fraccionada en 6 capítulos más 2 más 5”, explica Olivares sobre la estructura de la nueva entrega.
Sergio Peris-Mencheta es otra de las incorporaciones a la nueva temporada para interpretar a El Cid. “Es un lujo que se haya apostado por una cosa tan distinta y tan nuestra a la vez”, dice el actor, que se resiste a desvelar detalles sobre su personaje y que vuelve a coincidir con Javier Olivares tras Isabel. Tanto para el guionista como para El Ministerio del Tiempo solo tiene buenas palabras. “Me encantó que una serie tuviera tanto respaldo en las redes, respaldo real. Es un tipo de público muy diferente, un espectador que pelea por lo que quiere ver”, argumenta.
Aura Garrido reclama su puesto de ministérica número uno. “Tuve la suerte de leer los guiones mucho antes, así que...”, bromea mientras retocan su maquillaje después de comer para volver a ponerse manos a la obra en plató. Solo es el tercer día de rodaje y el cansancio aún no ha hecho mella, pero las dificultades se afrontarán con optimismo. “Lo que más me divierte es cambiarme de ropa cada episodio, aunque es verdad que odio algunos, como los corsés del siglo XIX o XVIII”, dice la actriz. Alguien avisa a Nacho Fresneda de que tiene que ponerse la cota de malla antes de volver a rodar. “Ya, pero me la pongo justo antes de entrar al plató, que si no sudo mucho”, responde mientras se dirige a su camerino a descansar unos minutos.
Aún habrá que esperar hasta principios de 2016 para que los espectadores puedan volver al pasado. Mientras, las puertas del tiempo siguen haciendo su trabajo, pero solo en este plató.
De los Tercios de Flandes al siglo XXI
Nacho Fresneda estaba ansioso por volver a ponerse los ropajes de Alonso de Entrerríos. “Con un mes de vacaciones me habría valido”, dice el actor. En los nuevos capítulos, su personaje pasará más tiempo viviendo en el siglo XXI. “Puede ser muy divertido, estoy deseando”, asegura. Sin embargo, su propuesta sería llevar a Alonso a Woodstock. “Fliparía. Y en los carnavales de Cádiz seguro que triunfaría”.
Poco puede adelantar de lo que le ocurrirá a Alonso en la segunda temporada. "Cuando te pones con cada capítulo ya solo te da tiempo a pensar en ese episodio. No hablas como normalmente, hablas de vos, aparecen palabros… Solo te da par estudiar el día a día. Pero los personajes ya están muy dibujados. A no ser que haya un giro de guion en el que Alonso salga del armario, es jugar con las nuevas circunstancias", bromea el actor en un descanso del rodaje.
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