Helga de Alvear: “Nunca escribiría mis memorias”
Nacida en Alemania en 1936, vino para aprender español en 1957 y aquí se quedó. Desde los años noventa está considerada como una de las galeristas más importantes del mundo
—Empezó su colección y aprendió el oficio con Juana Mordó, pero ¿hubo algún libro fundamental en su determinación de convertirse en galerista?
—La biografía de Armand Hammer, Larger than life, escrita por Bob Considine en los setenta. Hammer era una persona que reunió una colección de arte impresionante. Pero lo más importante es que fue uno de esos hombres que, como mi padre, se hizo a sí mismo. Me sirvió como ejemplo y me dio mucha fuerza.
—¿Qué tipo de libros son sus favoritos?
—Las biografías y los libros sobre arte y música.
—¿Cuál es el último que ha leído y que recomendaría?
—Ernst Beyeler: la pasión por el arte. Conversaciones con Christophe Mory, coeditado por el Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear y This Side Up.
—Además de ser una de las galeristas y coleccionistas más reconocidas del mundo, también es usted editora. ¿Cómo escoge los títulos de su sello?
—Siempre escojo libros que se han publicado originalmente en otros idiomas y que no están disponibles en español. Y siempre son conversaciones con artistas.
—¿Con qué nuevos títulos están trabajando?
—Por el momento he parado porque me he cansado.
—Lleva ya muchos años y mucho dinero invertido en el Centro Helga de Alvear en Cáceres, donde usted ha depositado su imponente colección de arte contemporáneo. ¿Cree que con el nuevo presidente de la Comunidad de Extremadura se van a agilizar las cosas?
—No me cabe la menor duda.
—¿Escribiría un libro contando la aventura que le ha supuesto poner en marcha este museo de la Fundación?
—Eso lo harán otros después.
—¿Piensa escribir sus memorias tal como han hecho otros colegas suyos?
—Nunca.
—¿Qué planes tiene para las vacaciones?
—Voy a disfrutar de cinco óperas que se representan en varios países: El sueño de una noche de verano, de Benjamin Britten; El rapto en el serrallo, de Mozart; Alcina, de Georg Friedrich Händel; Fígaro, de Mozart, y Fidelio, de Beethoven.
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