Tras los fogones de ‘MasterChef’

León come gamba. Todavía perduran los ecos del plato por el que Alberto se convirtió la semana pasada en el primer expulsado de la tercera edición de MasterChef. Una creación que se convirtió en todo un fenómeno en Internet y que volvió a poner en el candelero al concurso gastronómico que esta noche (22.00) emite en La 1 una nueva entrega, en la que los aspirantes viajan hasta Alcalá de Henares (Madrid).

“Cuidado por allí, que están haciendo fotos”. Esta es una de las frases que más se oye detrás de las cámaras durante el comienzo de la grabación en dicha ciudad, a la que asistió EL PAÍS. Cada vez que el equipo de MasterChef sale fuera del plató se registra la misma pugna por intentar que no se filtren detalles sobre el programa o de los aspirantes que siguen en el espacio. Pero no es fácil pasar desapercibido. Los alcalaínos y los visitantes que en la mañana del pasado 4 de marzo caminaban por la plaza de San Diego, donde se sitúa la Universidad Cisneriana (y en la que el jueves el escritor Juan Goytisolo recogerá el Premio Cervantes), pudieron ver al equipo de unas 70 personas que se desplazó a filmar la prueba por equipos.

“¿Qué están grabando, una serie o una película?”, se escucha entre los viandantes en la plaza. “No, es lo de La 1, lo de la cocina de Eva González”, responde otra persona para zanjar el asunto. “Lo más duro de grabar en exteriores son los madrugones”, cuenta a EL PAÍS la presentadora. “Hoy me he levantado a las seis y cuarto y acabaremos espero que hacia las siete de la tarde, que tengo planes…”, añade entre risas.

Tras grabar la presentación de la prueba y presentar el menú que tendrán que preparar, repiten el comienzo. Los aspirantes vuelven a desfilar como si acabasen de llegar. “Aspirantes, bienvenidos a Alcalá de Henares”.

Luego tocan declaraciones ante las cámaras y, después, por fin se ponen manos a la obra para cocinar en el Patio de Filósofos de la Universidad. Un equipo preparará ensalada de aguacates y canelones y el otro, un plato inventado por Ana Luna, exconcursante de la edición júnior, además de rosquillas de Alcalá. “Hacemos un trabajo previo para elegir los platos, ver que no se repitan, con productos variados, ver la zona a la que vamos y la cocina del lugar…”, explica Pepe Rodríguez, uno de los miembros del jurado. El resultado de lo que cocinen en Alcalá lo degustarán 80 médicos de la Comunidad de Madrid en mesas preparadas en la Hostería del Estudiante, pero también tendrán que cocinar otras 50 raciones que se llevarán en moto a los trabajadores del Hospital de Guadalajara.

Ya es la tercera edición y MasterChef sigue enganchando a los espectadores. “Es un formato que no cansa. He visto el programa americano muchas veces y siempre es lo mismo, pero siempre me quedo enganchado. Y aunque haya retos repetidos, como el solomillo Wellington, que es un gran clásico, a la gente le gusta verlo siempre”, cuenta Jordi Cruz. La variedad también la ponen los concursantes. “Estamos contentos con el nivel de este año. Hay perfiles muy buenos, con muchas ganas de hablar de cocina y aprender”, explica Pepe Rodríguez. “Pero es verdad que cuando llegan al programa y se están jugando seguir… Son aficionados, y les pones un reloj, un tiempo, una cámara… y no es fácil”, añade Eva González. “Y unas normas de cocina, que no están acostumbrados”, apostilla Pepe.

Los aspirantes ya están tras los fogones. Durante el cocinado surgen complicaciones, como hornillos que se apagan, pero el tiempo sigue corriendo. “Ensaladita y canelones a mí... Veo clarísimo que vas al lodo, Pepe”, dice Jordi tras las cámaras, replicando esos piques que después se verán en la pantalla. Mientras, Samantha Vallejo-Nágera, que completa el jurado, permanece pendiente de su móvil. Sus labores fuera de MasterChef también les reclaman. “En los días en que libramos, nos toca hacer todo el trabajo de la semana en un día. Yo prefiero estar allí que estar aquí pero tener que estar pendiente de lo de allí. Entre la edición de adultos y la júnior, grabamos seis meses. Cuando solo tienes tu trabajo de verdad, te parece poca cosa. A mí me parece como si estuviera de vacaciones”, comenta.

Un hombre interrumpe la entrevista: “Os veo por la televisión todos los días y es una alegría veros aquí. Lo que pasa es que termináis muy tarde, y esto también lo ven niños”. Pepe, Jordi, Samantha y Eva contestan agradecidos y comprensivos. "Nos metemos en el salón de la casa de la gente. Entiendo que quieran venir a saludarte. Mucha gente me ha dicho que tienen fotos mías en el salón. Te sorprende, pero a la vez lo entiendes”, cuenta Eva González. Cosas más raras se han visto. Incluso habrá quien incluya en el menú de su próxima fiesta familiar el “león come gamba” de Alberto. Por qué no.