_
_
_
_

Intelectuales y política

Probablemente fue Platón el primer intelectual que sufrió en carne propia la imposibilidad de que un filósofo participase en tareas de gobierno. Su tormentosa relación con los tiranos de Siracusa así lo atestigua. Veinticinco siglos después, las cosas no han cambiado significativamente. Con la designación de intelectuales como candidatos, los partidos políticos quizás intentan dotarse de aquella aureola de pensamiento que alguna vez tuvieron y ahora han perdido. Pero los vaivenes políticos están hoy condicionados más por motivos económicos que por fuerzas ideológicas, y un intelectual tiene que abandonar tal condición para convertirse en político. La solución no es esgrimir personas como quien agita banderas. Sería mejor que los políticos utilizasen como guía de actuación esos ámbitos del pensar y del actuar (entre ellos, el razonamiento lógico y el compromiso ético) que deben estar en la base del quehacer intelectual.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_