Mil tardes en Puente Viejo

Ni se les acaban las historias, ni se aburren. Tampoco se cansan, aunque a veces ruedan más de un episodio al día. Todo el equipo de El secreto de Puente Viejo celebró el pasado lunes la emisión de su capítulo número mil con la esperanza de que todavía falte mucho para que se acabe la serie. “Por ahora ni siquiera tenemos un final escrito... Seguiremos hasta que se pueda”, dijo Aurora Guerra, creadora de la ficción, pocas horas antes de que se emitiese dicho episodio de la que ya es la serie más duradera de Antena 3.

“Tuvimos nuestro punto de inflexión cuando Megan Montaner [que interpretaba a Pepa] dejó la serie en 2012. Tuvimos la necesidad de dar un giro para no hacer una serie centrada en unos protagonistas. Entonces el núcleo pasó a ser el pueblo: el cura, la casa de comida...”. Pablo Guerrero es director del programa y coincide con Aurora Guerra al notar que la efervescencia creativa en los actores y el equipo técnico se mantiene, aunque está a favor del cambio de protagonistas, para que el público no pierda el interés. “Las historias se agotan cuando se acaba el conflicto y desaparecen los obstáculos. Y este es un trabajo muy duro para los actores, que a veces también necesitan descansar”. Hasta ahora han cambiado de actores principales al menos tres veces, aunque hay quienes han formado parte del elenco desde el primer día.

Actrices como Megan Montaner o Nerea Barros fueron parte del elenco

Una de esas es María Bouzas. La actriz de 52 años ha hecho de Puente Viejo su segundo hogar y no tiene planes de irse pronto. Dice que si la serie produce otros 1.000 episodios, a ella le gustaría estar en todos ellos. “Aún no me apetece dejarlo porque este personaje es un bombón. Nunca había hecho de mala y los guionistas hacen que cada nueva temporada sea un reto”. Justamente fue ella quien protagonizó el momento más emocionante del episodio 1.000: el beso entre su personaje, Francisca, y Raimundo (Ramón Ibarra), algo que los seguidores de la serie llevaban tiempo esperando. Y es que en Puente Viejo, si los espectadores lo quieren, lo tienen. Además de la serie, Boomerang y la cadena han trabajado en conjunto para producir una obra de teatro (El primer secreto de Francisca y Raimundo) y tres novelas, a las que pronto se sumará otra más. “Estamos consiguiendo nuestro propio Coronation Street”, asegura la directora de ficción de la cadena, Sonia Martínez, en referencia a la popular serie británica que se emite desde 1960.

Pero la serie no ha necesitado 50 años para convertirse en una cantera de actores exitosos. Nombres como los de Nerea Barros, candidata al Goya como actriz revelación este año, o Mercedes León, también nominada como mejor actriz de reparto, han pasado primero por los platós de esta serie. Quizás por eso quienes se unen llegan con una ilusión especial. “Es una buena plataforma porque siempre es bueno estar a la vista, y esta es una serie nacional. Es un sueño”, cuenta Fariba Sheikhan, de 26 años, que se unió al elenco hace un año. “Hay un ambiente familiar. Noto a la gente muy cercana y es fantástico tener el cariño y el apoyo de los actores que ya están curtidos”, añade.

El reto ahora es lograr mantener la atención de los espectadores como hasta ahora. El capítulo 1.000 consiguió atraer a 2.209.000 espectadores, superando con creces su media de 1.405.000. Guerra se atreve a aventurar una de las razones de su éxito: no hay un jefe, todas las decisiones se toman en equipo. “Así estamos todos en el mismo barco y nos sentimos dueños del producto”, asegura, “ese es el verdadero secreto”.