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La metamorfosis de Antena 3

Nacida hace 25 años, la cadena privada acabó con el monopolio de la televisión pública y contribuyó a normalizar el sistema audiovisual español

Rosario G. Gómez
Antonio Mercero, junto a los actores de 'Farmacia de guardia'.
Antonio Mercero, junto a los actores de 'Farmacia de guardia'.

Antes de ser una cadena de televisión, Antena 3 fue una emisora de radio. Cuando por fin el Gobierno de Felipe González otorgó a sus promotores una licencia para poder emitir, la compañía lo tuvo fácil: trasladó el modelo radiofónico al audiovisual, aunque a veces el salto era sin red. Con Antena 3 nacía en 1990 la televisión privada. Las emisiones regulares solo llegaban a Madrid y Barcelona y ya entonces surgieron los primeros piques entre cadenas: la autonómica TV-3 se negó a difundir las cuñas promocionales de la nueva señal. Las prisas por salir al aire, y hacerlo con una programación de 18 horas diarias, se vieron jalonadas por un sinfín de tropiezos. La emisora tenía sistemas tecnológicos que no siempre eran manejados con pericia. Una torpeza que provocaba continuos cortes de la señal.

La primera parrilla —a la que se asomaron José María Carrascal, Mayra Gómez Kemp, Alfredo Amestoy, José Antonio Plaza, Carlos Pumares, Esmeralda Velasco y José Luis Balbín— aspiraba atender la “demanda social” y estaba dirigida a las “clases medias”. Francisco Sierra, uno de aquellos pioneros, recuerda la precariedad con la que se trabajaba. “Estábamos en un edificio que eran unos antiguos laboratorios farmacéuticos y teníamos pocos recursos y pocos medios. Casi todos procedíamos de la radio de modo que, en realidad, hacíamos radio con imágenes”, dice Sierra, que aquel 25 de enero de hace 25 años formaba parte del equipo de La tarántula, una tertulia nocturna de corte político similar a las que se pueden sintonizar hoy en cualquier canal.

En los estudios de Antena 3 en San Sebastián de los Reyes (Madrid) montó el decorado la serie que más éxito ha tenido en la historia de las privadas: Farmacia de guardia, una telecomedia familiar dirigida por Antonio Mercero que llegó a superar los 11 millones de espectadores. Audiencias fastuosas registraron también formatos de entretenimiento como Sorpresa, sorpresa, presentado por Isabel Gemio; El gran juego de la oca, con Emilio Aragón, o Queremos saber, conducido por Mercedes Milá. La cadena acogió ensayos provocadores, como La sonrisa del pelícano, al mando de Pepe Navarro, y encumbró a humoristas imitados hasta el infinito, como Chiquito de la Calzada.

Pero lo más trascendente era que la nueva cadena venía a romper el monopolio de la televisión pública. “La llegada de las privadas significó la modernización del sistema audiovisual español, que comenzaba a adaptarse al estándar europeo”, afirma Juan Luis Manfredi, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha. Antena 3 contribuyó también “a la normalización de los procesos políticos, con la aparición de más voces, debates y espacios informativos que tenían un estilo propio y aportaban visiones muy diferentes a las de la televisión pública”.

Desde los tiempos de Carrascal, han sido muchos los profesionales de la comunicación que han pasado por los platós. Fernando Ónega, Olga Viza, Rosa María Mateo, Pedro Piqueras, Gloria Lomana y Matías Prats han sido algunas de las caras de la noticia. Manual Campo Vidal, además, fue el periodista que moderó el primer debate entre los candidatos a la presidencia del Gobierno que celebraron Felipe González y José María Aznar, una emisión que con sus 9,6 millones de televidentes (61,8% de cuota de pantalla) fue la más seguida de aquel 1993.

Con el tiempo, Antena 3 ha experimentado una metamorfosis ligada a sus sucesivos propietarios. Desde su fundación, de la mano del grupo Godó, ha cambiado de manos en varias ocasiones. En su accionariado ha estado Zeta y Telefónica y hoy la cadena forma parte del conglomerado Atresmedia, cuyo principal socio —y gestor— es Planeta. Para su consejero delegado, Silvio González, Antena 3 fue “el kilómetro cero. A partir de ahí nos hemos convertido en un gran grupo de comunicación, con intereses en televisión, radio y medios digitales”.

El grupo Atresmedia ha crecido de la mano de la tecnología digital y por el efecto de la fusión con La Sexta. “Ha sabido encontrar un modelo en la TDT, con canales muy diferenciados, como Neox y Nova, que tienen una identidad muy clara. Y ha evolucionado hacia un modelo competitivo adaptándose el nuevo entorno”, comenta Manfredi. Un cuarto de siglo después, ¿cuál es la seña de identidad de la privada? “Para mí, Los Simpson. Llevan 20 años y han sabido generar un efecto arrastre, educando a las audiencias y enganchando con el telediario de las tres”.

Antena 3 es hoy una televisión generalista, apta para todos los públicos, con formatos originales (El hormiguero es el mejor exponente) y series que se exportan al extranjero. La cadena se ha transformado en una empresa multimedia, con una sólida presencia en Internet y redes sociales, como apunta Sierra, director de Contenidos de Atresmedia Digital. Y lo que es más importante: con las cuentas saneadas.

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