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Tiempo efímero, tiempo perpetuo

Tres libros excepcionales sobre fotografía: los análisis del medio de Boris Kossoy y las reflexiones sobre el viaje de Bernard Plossu y David Campany

'Alabama', de Jacob Holdt
'Alabama', de Jacob HoldtCORTESÍA DEL ARTISTA

El panorama editorial sobre el medio fotográfico se ha ido decantando en los últimos años hacia dos ámbitos bien definidos, el libro técnico y el fotolibro, en claro detrimento de las publicaciones dedicadas a la historia y la teoría de la fotografía. Al mismo tiempo, un formato tan asentado y tradicional como es el libro fotográfico de gran formato y cuidada impresión ha ido evolucionando y perfeccionándose, hasta convertir la tradicional recopilación de imágenes sobre un determinado tema o autor en verdaderos ensayos o aproximaciones visuales cargadas de interés. Los tres libros que aquí se presentan aparecen encuadrados en esta doble tendencia, bien como excepción dentro de una acusada escasez de publicaciones sobre fotografía, bien como exponentes de un mejorado modelo de libro de fotografías.

Lo efímero y lo perpetuo en la imagen fotográfica reúne en un único volumen tres de los libros publicados por el autor brasileño Boris Kossoy (São Paulo, 1941) entre 1989 y 2007. Cada una de las partes en que se divide la edición corresponde, en título y contenido, a uno de dichos libros: Fotografía e historia, Realidades y ficciones en la trama fotográfica y Los tiempos de la fotografía. Lo efímero y lo perpetuo.

El libro de Plossu ayuda a conocer su encuentro con México, un momento decisivo del maestro de los momentos no decisivos

La escasa y a menudo inadecuada utilización de la fotografía en la investigación histórica y la necesidad no siempre atendida, por parte de los historiadores de la fotografía, de abordar contextualmente la producción fotográfica son los puntos de partida de la primera parte. Para afrontar esta doble carencia, Kossoy propone un método práctico de análisis crítico de la imagen fotográfica, entendida no sólo como documento sino también como representación que ha sido elaborada cultural, estética y técnicamente. Es precisamente el “desmontaje” del proceso de construcción de dicha representación, así como su recepción a lo largo del tiempo, el asunto que ocupa mayoritariamente la segunda parte del libro. El autor sigue aquí, básicamente, la línea de los trabajos que iniciaron, hace ya tres décadas, el estudio de la fotografía como lenguaje codificado y eminentemente contextual. Sobre la idea de que “la perpetuación de la memoria es, de forma general, el denominador común de las imágenes fotográficas”, la tercera parte se dedica a los tiempos de la fotografía: un tiempo efímero, que coincide con el momento de la toma, y un tiempo perpetuo, el de la representación, que persiste en su “trayectoria de larga duración”. El aspecto más destacable de este conjunto de trabajos es, sin duda, el enfoque didáctico y eminentemente práctico que preside su propuesta metodológica para el análisis de la imagen fotográfica. Es interesante también la extensa ejemplificación de sus reflexiones a través de la presentación de algunos casos de estudio centrados en la historia de la fotografía de Brasil, especialmente las páginas que dedica a la construcción de lo nacional en la fotografía brasileña.

'Mexique, 1981', de Bernard Plossu.
'Mexique, 1981', de Bernard Plossu.

El nacimiento de Bernard Plossu como fotógrafo durante su primera estancia en México, entre 1965 y 1966, cuando tenía 20 años, su posterior regreso al país en diferentes ocasiones a lo largo del tiempo y las imágenes que realizó en dichos viajes forman el contenido de ¡Vámonos!, una interesante y cuidada edición, generosa en formato, fotografías y documentación. Las fotos que tomó Plossu en sus cuatro viajes mexicanos, realizados en 1965-1966, 1970, 1974 y 1981, se fueron convirtiendo en libros a partir de la publicación del primero de ellos en 1979, el mítico y referencial Le voyage mexicaine. Fotos, viajes y libros que este volumen recopila, reproduce y analiza con detalle. Como bien señala Salvador Albiñana, uno de los dos editores de ¡Vámonos!, “lo que estas fotos muestran no es tanto un viaje por México, sino un viaje mexicano, un viaje que no se agota en la geografía”. Una afirmación que resulta coherente con la atención que esta iniciativa editorial dedica a contextualizar adecuadamente la producción mexicana de Plossu. Para ello se abordan aspectos como el ambiente cultural de los sesenta, el viaje como rito iniciático, la relación entre fotografía, viaje y carretera, México como territorio fotográfico, los tanteos iniciales y la génesis del estilo Plossu, tan inconfundible como influyente, o el impacto y recepción de Le voyage mexicaine a raíz de su publicación. Un libro que ayuda a conocer mejor las consecuencias del encuentro de Bernard Plossu con México, un momento decisivo en quien pasa por ser el maestro de los momentos no decisivos, un tiempo en el que como él mismo declara: “Siempre estaba viajando, así que me encontraba en un estado fotográfico constante, ¡sin imaginar para nada que un día realmente sería fotógrafo!”.

Por su parte, David Campany ha construido, también en un libro de gran formato, una interesante aproximación visual a lo que progresivamente fue articulándose, a partir de mediados del siglo XX, como un verdadero género dentro del medio: el viaje fotográfico. El título del volumen, En la carretera. Viajes fotográficos a través de Norteamérica, explicita los ejes de su propuesta: la cultural del automóvil y la fotografía, la carretera y la nación, la identidad y el territorio. Partiendo del mítico y referencial Los americanos, de Robert Frank, se suceden a lo largo del libro los trabajos de otros 17 fotógrafos, ordenados, en su mayor parte, cronológicamente. Aquí están Ruscha, Winogrand, Eggleston, Friedlander, Stephen Shore, de nuevo Plossu, Alec Soth, Todd Hido, Ryan McGinley y Justine Kurland, entre otros. Esta elección permite que la sucesión de imágenes, más de 200, se convierta en un interesante recorrido por la propia evolución del medio fotográfico estadounidense a lo largo de cinco décadas. El viaje y la cámara, el coche y la carretera como herramientas de exploración y análisis del espacio, del paisaje, de la identidad y la cultura de una nación, pero también como un inevitable camino de introspección.

Lo efímero y lo perpetuo en la imagen fotográfica. Boris Kossoy. Traducción de Luis E. Parés. Cátedra, 2014. 392 páginas. 15 euros. ¡Vámonos! Bernard Plossu en México. Turner / Fundación Televisa, 2013. 336 páginas. 45 euros. En la carretera. Viajes fotográficos a través de Norteamérica. David Campany (editor). La Fábrica, 2014. 352 páginas. 49 euros.

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