Viajes acompasados
Antonio López Ortega narra el transcurrir el tiempo en los 14 relatos de 'La sombra inmóvil'
Una canción del guitarrista Pat Metheny que Antonio López Ortega (Punta Cardón, Venezuela, 1957) nombra en uno de sus relatos confirma el sentido de su escritura. El propio autor (¿era él?) comenta que desde hace tiempo no ha hecho otra cosa que aceptar la invitación que el músico le propone en Are you going with me? Esto es, "caminar, recorrer, indagar". Y López Ortega llama a este trajín viajes sutiles, viajes acompasados. Y así resulta, pues estos 14 relatos que contiene La sombra inmóvil son miradas tranquilas, no exentas de riesgo, al hecho cotidiano y al transcurrir del tiempo, y esto con una precisión casi entomológica. Antonio López Ortega inicia sus cuentos con una situación que parece tener una única representación, ya sea el afeitado rutinario, la llamada telefónica que irrumpe en una reunión de amigos acallando voces e instalando en el salón memoria de aspiraciones y de proyectos o la inesperada noticia que anuncia una nueva ausencia. Sin embargo, la historia que acontece y que parece única se agranda al internarse en caminos secundarios, y el autor dispone las palabras (su escritura) construyendo imágenes que son como fotografías rescatadas del olvido. Y lo hace con un estilo singular que arraiga en la pausa y el sosiego, pero que escudriña recovecos y no permite distracción. En ‘A tres palmos del’ está el hombre frente al espejo, en ese quehacer de rasurarse y observar sin verse. Mirarse y deshacer la espuma que cubre el rostro para estar atento al recuerdo real o inventado de un hombre conduciendo un camión o a una enfermera al cuidado de un enfermo. También está esa mujer que habla por teléfono y a la que le cae una sola lágrima en ‘Sangre de Nicolás’, o ese jardín que ha dejado de florecer en el bello relato ‘Glücksmann’. Textos diversos, sí, pero en todos ellos esa celebración sin barullo de una memoria que se desvanece y, sobre todo, del paisaje que la arropó. Es un adiós a los escenarios de un tiempo que ya no está. Es la casa abandonada, la poltrona arrinconada, la calle que ya no se transita, y el propio rostro desdibujándose. Es caminar por una tierra de nadie que antes parecía tierra gozosa de todos. Es un adiós pero también un intento de recuperación. Dije al inicio que la canción Are you going with me? señala la escritura de López Ortega, y ahora digo que la que cierra el círculo es Letter from home, también de Metheny, y da título a uno de los relatos. He creído entender que el autor me habla sobre la melancolía y lo despojados que nos dejan las ausencias. Ya paisajes, amantes, emociones… Queridos amigos. Es el tiempo abandonándonos. Lean el libro, escuchen la música de Metheny y lo comprenderán.
La sombra inmóvil. Antonio López Ortega. Pre-Textos. Valencia, 2014. 326 páginas. 25 euros
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