El rey de los destellos
Los poemas de Manent van de la experiencia cotidiana al referente cultural o al viaje
Marià Manent (Barcelona, 1898- 1988) fue crítico, editor, poeta y un original y perseverante traductor/divulgador de la poesía anglosajona. Primero al catalán (Versions de l’anglês, 1938) y más tarde al castellano (La poesía inglesa, 1958). Esa anglofilia lírica condicionó su labor como poeta y buena parte de su actividad crítica y reflexiva sobre la propia poesía (Poesía, llenguatge, forma, 1973). Tal dedicación ocultó en parte su obra poética, tan breve como lo que dan de sí cuatro poemarios en setenta años de vida literaria. Así nos lo advierte José Muñoz Millanes en el prólogo a esta Antología editada con rigor y sensibilidad a la vez. La poesía de Marià Manent, fuertemente marcada por la contemplación reflexiva de la naturaleza y hecha de instantáneas, es un ejemplo de depuración expresiva, de delicadeza e intensidad. En sus libros domina el poema breve, el destello, el descubrimiento de lo que se oculta más allá de lo visible y la capacidad para dotar a los elementos de la naturaleza de vida humana: “La avellana / repica por los sacos. Las manzanas llaman / al grajo a la solana”.
El exponente más rotundo de esa respiración es, quizá, su obra maestra, La ciutat del temps (1961), publicada mucho después del final de la guerra, en plena madurez creativa. No por casualidad, la Antología descansa esencialmente en ese libro, del que se recogen 15 poemas (de los 25 que la conforman) en los que el poeta incorpora elementos que trascienden lo paisajístico y que van de la experiencia cotidiana (“A mi hija María, cuando tenía un año en tiempo de guerra”) al referente cultural (“La tumba de Rilke”) o al viaje (“Andorra en octubre”). En todos ellos hay una dolorida conciencia frente al paso del tiempo y un acercamiento sereno al abismo de la muerte. A finales de los años setenta y primeros ochenta, Manent comenzó a escribir los poemas de un libro que quedaría inacabado, El cant amagadís. Mayor depuración, aire de despedida, melancolía: “El tiempo del hombre es breve / y la puesta de sol se confunde con la claridad del alba”. Y una seña de identidad que comparte con su obra anterior: una rara fusión de la vida y de la naturaleza en espacios cercanos que nos recuerda las miniaturas de la pintura figurativa inglesa de finales del siglo XIX y principios del XX.
Antología poética. Marià Manent. Edición y traducción de José Muñoz Millanes. Edición bilingüe. Fundación Ortega Muñoz. Cáceres, 2014. 71 páginas. 12 euros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.